Una de las salas del Reina Sofía que acoge, hasta el 28 de febrero, la muestra dedicada a Constant. :: R. C.

La 'Nueva Babilonia' libre y gitana que soñó Constant

El Museo Reina Sofía reúne 150 piezas en la muestra más extensa dedicada al raro artista holandés que anticipó la ciudad del futuro

M. LORENCI

Miércoles, 21 de octubre 2015, 01:06

Nunca antes se había dedicado una muestra tan exhaustiva a Constant Anton Nieuwenhuys (Ámsterdam, 1920-Utrecht, 2005) como la que le dedica el Museo Reina Sofía. Su sueño de un complejo espacio urbano para seres libres, creativos y nómadas, es la espina dorsal de la exposición 'Constant. Nueva Babilonia', un empeño de Manuel Borja-Villel para descubrir a este raro creador, «al gran conocido y desconocido artista holandés». Para lograrlo se ha aliado con la Fundación Constant y el Gemeentemuseum de La Haya que atesora el legado de este insólito soñador de alma gitana que se tenía a sí mismo por un provocador.

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«No soy diseñador sino un mero provocador. Me limito a hacer sugerencias. Lo que se ha definido es el concepto de 'Nueva Babilonia', no su forma física», repetía Constant, que dedicó veinte años de su carrera a proyectar su ciudad imaginaria. Elaboró maquetas, pinturas, dibujos y collages que mostraban su concepción de la ciudad del futuro.

Con 150 obras, la exposición recrea el sueño de Constant de «un complejo y amplio laberinto que transformaba el mundo entero en una sola red». Una suerte de tecnificado paraíso terrenal de propiedad colectiva, con el trabajo automatizado y a cargo de robots, y en el que las personas tendrían la libertad de dedicar el tiempo al juego creativo.

Esta 'Nueva Babilonia' presentada como una «obra de arte» en el contexto social en el que se concibió, constituye el núcleo de la muestra, en la que abundan unas maquetas de una estética a caballo entre 'Blade Runner', 'Star Wars' y el Frank Ghery mas sinuoso. Cosntrucciones que se complementan con dibujos, collages, pinturas, grabados, reconstrucciones, fragmentos de películas históricas y materiales de archivo que podrán verse hasta el próximo 29 de febrero.

La muestra no se circunscribe en exclusiva al período que delimita el proyecto babilónico (1956-1974). Se ocupa de otras etapas «para evidenciar que las ideas del proyecto de 'Nueva Babilonia' ya estaban presentes en la obra de Constant, formuladas con menos claridad, desde una época muy anterior» según explicaron los comisarios, Doede Hardeman y Laura Stamps, procedentes ambos del museo holandés que ha cedido casi la mitad de las piezas.

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Constant formó parte del grupo CoBrA entre 1948 y 1951, y de ese periodo hay en la exposición pinturas sobre el horror de la II Guerra Mundial y a la Guerra de Corea. Dedica otro apartado a analizar la poderosa influencia en su obra de un difuso imaginario cultural en torno a lo gitano, lo flamenco y lo lumpen y que, según Borja-Villel, «podría ser identificado con la cultura española». Constant era un virtuoso de la guitarra española y adaptó planos de Sevilla y Barcelona al concepto de su ciudad libre y creativa. Para los gitanos con los que convivió en la ciudad italiana de Alba en 1956 imaginó su trama urbana móvil.

Pensó en sus neobabilonios como nómadas liberados del trabajo, seres libres y creativos, pobladores de una compleja estructura sustentada sobre un plano inferior en el que los robots realizaban todos los procesos productivos.

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«No es un artista utópico y esta muestra lo prueba, evidenciando su optimismo y sus deseos de transformación», aseguró Borja-Villel. «No puedo pensar más que en los refugiados que llegan a Europa», agregó Benno Tempel, director del Gemeentemuseum, para quien la exposición «muestra la actualidad de las ideas de Constant, que las personas se muevan por el mundo en libertad, sin lugares fijos para vivir y desarrollando su creatividad».

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