ILUSIÓN QUE NO FALTE

Andando, que es gerundio. Si lo haces con optimismo, mejor que mejor. No hay que amargarse la vida innecesariamente, mejor es ver, creo, la botella medio llena que medio vacía. Estamos a cinco días del arranque de la feria taurina de Alfaro, arranque fuerte con el mejor torero a caballo, creo que de todos los tiempos. El segundo día tengo la ilusión de ver a un chaval levantino, Adrián, que arrasó de novillero, que tiene valor y sabe torear por lo clásico. Lo cierto es que ya estamos metidos en la semana taurina alfareña. La ilusión que no falte, y menos en los toros. Carteles de otra galaxia no se pueden montar en plazas de tercera. Aquellos tiempos de cuatro corridas con las figuras en tiempos de la Popular, por no citar a Ojeda y Manolo Martín, son agua pasada que no muele molino. Pura utopía. Hay que empezar casi de cero para recuperar, en parte, aquellos tiempos que tardarán en volver.

Comentarios para todos los gustos con los carteles de la feria matea. Natural, dado que no todos tenemos los mismos gustos, por fortuna. Recaditos por el móvil, por Whatsapp, de modo personal, los menos favorables ala oferta de la empresa. Discrepo en parte, las tres primeras corridas de la feria, primera y tercera con las figuras y la segunda con los que tienen que hacerles el relevo, me parecen buenas o muy buenas. La cuarta, a mí no me gusta 'El Fandi', pero es un torero que tiene mucho público y tiene su mérito, mucho además porque da lo que tiene, no sólo en banderillas. Urdiales y Fandiño, creo que no hay discusión, deben y tienen que estar. Me pasa algo parecido con la que cierra el ciclo. De los tres, me quedo con Ferrera en su mejor año de su ya larga historia torera. Padilla, el 'maravilla' tiene que estar, aunque personalmente yo no lo hubiera puesto. El que, para un servidor, no tiene mérito alguno de figurar en los carteles de Logroño es el vallisoletano Leandro Marcos. No entiendo, por más que pienso, como lo han podido meter en esta feria, con la cantidad de toreros que hay en el escalafón. No lo entiendo, la verdad.

De todas maneras. La ilusión que no falte. La apuesta del pasado año con la novillada sin caballos, entre el ganadero riojano, Carlos Lumbreras y la empresa, sin más beneficio para el ganadero que el triunfo de sus novillos, se repite este año, pero no repite el ganado, que será del hierro de la empresa y la entrada gratis total, en la matinal de lunes. Un detalle, veremos si los chavales se animan y se van aficionando a los toros.

En el mundo que vivimos, la oferta y la demanda tendrían que estar en comunión. No es fácil. No se ponen de acuerdo ni siquiera los toreros. Maldito dinero. Los figuras del toreo no quieren cobrar con arreglo al público que llevan alas plazas, que creo, sería justo. Bueno, se quedan sin torear, allá ellos. La oferta empresarial tiene su oportunidad de ofrecer calidad en toros y toreros a bastante menos precio que el actual. Así lo veo.