Labores de desescombro tras el derrumbe de la torre de la iglesia de Viguera. Sonia Tercero

La torre de Viguera se desplomó por filtraciones subterráneas de agua que deterioraron la base

La diócesis riojana anuncia la reconstrucción, que se prevé para antes del 15 de agosto de 2030, con la financiación del Gobierno de La Rioja y, además, la obra incluirá consolidar la iglesia de la Asunción

Diego Marín A.

Logroño

Viernes, 5 de septiembre 2025, 10:32

La torre de Viguera se derrumbó por filtraciones subterráneas. Esa es la conclusión del informe técnico. «Una causa externa y progresiva» provocó una «infiltración continua de agus», lo que motivó el deterioro de la base del muro, unido a «la modestia constructiva». Así, se descartan otro tipo de fallos, según han determinado los análisis geotécnico y arquitectónico. El pasado 23 de febrero la torre de la iglesia de Viguera se desplomó, un hecho que conmocionó a la localidad no solo por la pérdida de patrimonio que supuso, ya que el templo es Bien de Interés Cultural, sino también por la desgracia humana que pudo haber supuesto. Afortunadamente no hubo daños personales, aunque sí graves materiales. Siete meses después una familia no ha podido regresar a su vivienda y otra perdió tres vehículos bajo los escombros.

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Desde entonces se ha especulado con la causa del suceso. Este viernes la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, titular de la iglesia de la Asunción de Viguera, ha informado del plan de restauración integral del templo. «Cuando se produjo el derrumbe nos preguntamos qué había pasado. El Ayuntamiento encargó el informe geotécnico y la diócesis, el de los arquitectos. Descubrimos filtraciones de agua, que fueron deteriorando la base del muro silenciosamente», describió Jesús Ignacio Merino, delegado episcopal de Patrimonio, quien recordó que a mediados del siglo XX ya se desplomó la capilla del Rosario, así como las abundantes lluvias del pasado invierno. «Las causas, naturales, se nos han escapado a todos», reconoció Jesús Ignacio Merino.

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«La plancha de hormigón ha escamoteado la visión del problema. Las aguas iban lavando la base de la torre sin dejar ver nada», expuso José Luis Pérez Pastor, consejero de Cultura, Turismo, Deportes y Juventud. «Nunca nadie vio ni denunció grietas, si no se hubiera actuado. No fuimos capaces de detectar ningún problema. Y gracias a Dios no hubo víctimas humanas, que es lo más importante», declaró Merino. El delegado episcopal de Patrimonio informó de que el seguro de la diócesis, como titular del templo, se hizo cargo del desescombro y de la atención a los vecinos afectados, a los que les ofreció vivienda y vehículos en compensación y con cuyas aseguradoras «están poniéndose de acuerdo». En cuanto a la posible afección de los cimientos de las viviendas que rodean la iglesia, el alcalde de Viguera, Álvaro Manzanos, declaró que «tras el derrumbe de la torre se hizo un estudio alrededor y se confirmó que todo estaba estable».

José Luis Pérez Pastor, Álvaro Manzanos y Jesús Ignacio Merino, en el seminario de Logroño. Justo Rodríguez

«Lo que más nos preocupa es consolidar la iglesia»

Un convenio entre el Gobierno de La Rioja y la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño financiará durante al menos los próximos cinco años las obras no solo de construcción de una nueva torre sino también la consolidación de la iglesia, la instalación de un campanario provisional y la adecuación de calefacción. «Ahora mismo lo que más nos preocupa es consolidar la iglesia, así que vamos a trabajar en ello», reconoció Jesús Ignacio Merino, y recordó el antecedente de la iglesia de San Martín de Albelda, cerrada al culto en 2008 y derruida en 2013 por el riesgo de derrumbe. José Luis Pérez Pastor, por otra parte, recordó cómo la torre de la catedral de Santo Domingo de la Calzada tuvo que ser reconstruida exenta entre los años 1762 y 1767 después de que la primera la derribara un rayo en 1450 y la segunda fuera derruida en el siglo XVIII ante el peligro de desplome.

«Lo primero es la ubicación, tenemos que ver cuánto peso aguanta el terreno. Se va a levantar una torre pero no es lo más urgente saber cómo», admitió Merino al ser preguntado sobre el estilo arquitectónico que podría tener. El proyecto, de momento, se centrará en consolidar muros y mejorar el sistema de drenaje, restaurar las cubiertas y, después, afrontará la construcción de una nueva torre. El objetivo es que la obra finalice antes del 15 de agosto de 2030, festividad de la Asunción, que da nombre al templo afectado.

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