Nalda corre sus gallos en femenino

Diecisiete jinetes han participado hoy en la tradicional carrera de gallos de Nalda, una «fiesta referente» que se ha modernizado desde sus inicios en la Edad Media mediante la renuncia al maltrato animal y la inclusividad de mujeres entre sus participantes. De hecho, este 2018 será recordado porque, por primera vez, ellas eran mayoría entre los participantes. Y mayoría absoluta: 12 de los 17 eran muejres.

Así lo ha afirmado a Efe el alcalde de Nalda e Islallana, Daniel Osés, quien ha explicado que, gracias a estos cambios, que mantienen la «esencia», esta actividad ha ganado popularidad entre las fiestas patronales «no solo de los pueblos de la zona, sino de fuera de La Rioja».

El «Día de los gallos» es una tradición que «viene de hace muchísimo tiempo; los datos que se tienen es que ya desde época medieval se empezó a celebrar» por parte de familias poderosas que colgaban del arco gallos vivos, que, desde hace más de 20 años, ha sido sustituidos por pollos de plástico, ha indicado.

Ha apuntado que los participantes, montados a caballo y a galope tendido, pasan por debajo del arco y tiran de la cabeza de los animales con el objetivo de arrancarlos en unas cinco pasadas, y, quien coge más, se proclama ganador.

En las últimas tres ediciones, ha proseguido, se ha producido «un repunte bastante importante de la fiesta tanto a nivel de participación como de público», por lo que este año, al caer en fin de semana, se esperan supera los veinte jinetes, de los que unos ocho proceden de fuera de La Rioja.

«Antes era muy complicado el tema de la participación de chicas» y parecía «una excepción» en esta iniciativa, ha señalado Osés, quien ha añadido que, desde hace dos o tres años, el número de concursantes femeninas «ha aumentado bastante» .

Los niños y jóvenes de este municipio también cuentan con su propia competición con el objetivo de «cultivar la tradición» entre ellos y que, en el futuro, puedan participar en la de adultos, cuya única diferencia es que, en lugar de ir montados en caballo, lo hacen en bicicleta, ha incidido.

Ha resaltado que todos los participantes en la modalidad infantil, que suelen ser unos 40 niños, reciben como premio chucherías y medallas, mientras que el ganador entre los adultos obtiene 400 euros y un trofeo acreditativo, además de participar, junto al resto de concursantes, en una cena popular en la que intervienen unas 800 personas.

Osés ha precisado que el año pasado se congregaron en torno a 200 o 300 espectadores en esta jornada, cifra que se espera superar debido a que se celebra en fin de semana y al previsto buen tiempo.

Al igual que los jinetes, la mayoría de visitantes proceden de La Rioja y de comunidades autónomas próximas, como País Vasco y Navarra, aunque en alguna edición han acudido personas de regiones más lejanas como Madrid, ha resaltado.

Ha recalcado que una revista científica ha establecido de forma reciente una posible relación entre esta fiesta y una modalidad parecida que se practicaba en Querétaro, México, desde donde pudo ser importada por el conquistador Hernán Cortés, relacionado con el Castillo de Nalda, un dato histórico que está en estudio.