El caso del juego de la rana robado
Buscan en San Román de Cameros las piezas de esta mesa tradicional que fue robada junto a unas sillas y vuelta a sustraer tras ser abandonada en el barranco de Vadillos
Se busca juego de la rana. Buena parte del valle del Leza está empapelado con carteles de 'Se buscan', como se pudo ... comprobar en San Román de Cameros durante el pasado XXXI Día del Camero Viejo. No parece un robo de guante blanco ni gran valor, pero el cartel informativo ofrece muchos detalles. Tampoco es una broma. «Alrededor del 21 de julio un grupo de inconscientes entró a robar en nuestra casa/negocio y se llevó varias sillas y el juego», informa la nota, que añade: «Después lo tiraron todo en el barranco de Vadillos, donde estuvo varios días, hasta que un pastor lo encontró entre unas zarzas y dio el aviso en San Román».
Los propietarios de los objetos robados no se enteraron del aviso vecinal porque residen a las afueras, pero alguien desconocido sí. Porque lo más insólito de todo es que aquel juego de la rana y aquellas sillas, robadas en un principio, al parecer, por una gamberrada y tiradas en un barranco poco después, fueron encontradas y sustraídas de nuevo. «Como llevaba muchos días allí, sin ser reclamado, alguien se acercó a recoger las sillas y desatornilló las piezas del juego. Ahora buscamos a esa persona», anuncia el cartel. Ciertamente, los objetos robados y recuperados a medias no tienen un gran valor económico, ni siquiera sentimental, pero el caso se ha convertido en una cuestión personal.
«Como llevaba muchos días allí, sin ser reclamado, alguien se acercó a recoger las sillas y desatornilló las piezas del juego. Ahora buscamos a esa persona»
Sara Ramírez gestiona el alojamiento rural Molino del Corregidor de San Román de Cameros gracias a una concesión que le obliga a reponer lo que falte. Y lo que falta, ahora mismo, son dos sillas de madera marcadas con las letras M y LH y las piezas de un juego de la rana. «No sé si servirá de mucho porque la persona que las tiene ya tiene que saber que lo estoy buscando, pero bueno, confío en el cargo de conciencia», expone Sara Ramírez, convencida de que unos chavales, de fiesta aquella noche del 20 al 21 de julio, lo robaron en un principio «y cuando se aburrieron lo dejaron tirado entre zarzas» y es consciente de que ella misma, «si supiera que hay algo así tirado desde hace dos o tres semanas, lo recogería, pero si alguien pregunta por ello lo devolvería».
«No sé si servirá de mucho porque la persona que las tiene ya tiene que saber que lo estoy buscando, pero bueno, confío en el cargo de conciencia»
Quien sustrajo las piezas del juego de la rana se molestó en desmontarlas y para ello hacen falta unas herramientas específicas, por lo que fue expresamente allí para hacerlo, no se lo encontró de casualidad. Y aunque el montante económico no es lo más importante, puesto que Sara Ramírez cifra el coste en unos 200 euros, sí que muestra su rabia por «venir al mundo rural, montar tu negocio con apenas recursos, que te esmeres en dar vida al entorno, aguantes carros y carretas, trabajes a destajo… y encima se rían de ti».
Ahora su afán es dar a conocer el caso, que la gente reconozca las sillas y las piezas del juego de la rana sustraídas, para que así no puedan ser vendidas. Sara Ramírez agradece cualquier tipo de información al respecto (626363627), aunque advierte de que ya le han llamado varias veces con 'falsas alarmas'. Y es que en San Román existe otro juego de la rana, que no es el suyo.
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