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Miércoles, 17 de enero 2018, 10:06
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La decisión del Ayuntamiento de Haro de aprobar la identificación animal mediante el ADN divide a los diferentes agentes implicados en el cuidado y protección animal.
La medida, que aún está en fase administrativa y no está completamente implantada, genera dudas entre el colectivo de veterinarios y de las protectoras de animales, mientras que asociaciones como la Red de Protección Animal, impulsora de iniciativas parecidas en Ezcaray, se muestra «muy contenta».
Julián Somalo, presidente del Colegio de Veterinarios de La Rioja, asegura que el uso de ADN es «fundamental para el futuro». Sin embargo, cree «poco efectivo» empezar por censos municipales aislados. Además, está convencido de que «no aporta nada nuevo para la gestión de animales extraviados».
Javier Varela es veterinario en Haro y denuncia que «el Ayuntamiento no ha pedido opinión a los veterinarios». «Somos un elemento fundamental al que, al menos, hay que escuchar», añade.
La protectora APA SOS Miranda lleva muchos años dando servicio al municipio de Haro. Su responsable, Teresa Rodríguez, muestra su «escepticismo» ante la medida adoptada por el Ayuntamiento de Haro.
Antes de nada, cree Rodríguez que es necesario «concienciar a la gente» para evitar la cría ilegal a partir de la esterilización. Dice también que «lo primero es hacer que la ley que ya existe se cumpla».
Para Rodríguez «no sirve de mucho crear nuevas medidas si no se pueden cumplir» y también lamentan que el Consistorio no se haya puesto en contacto con ellos.
Eduardo Justa es miembro de la Red de Protección Animal y reconoce estar «muy contento» porque Haro sea ya el segundo municipio en aprobar este nuevo sistema de identificación animal. A pesar de la importancia para los municipios del control de las heces en las calles, Justa afirma que se pone en el centro «la protección del animal».
El objetivo es «cerrar el círculo sobre los que abandonan o maltratan a los animales», añade Justa. Precisamente, durante la celebración del Canicross de Casalarreina el pasado domingo, apareció el cadáver de un perro a la orilla del río. «Estos actos no pueden quedar impunes», insiste Eduardo Justa.
Ante las dudas de iniciar el camino por los municipios, Justa explica que «hay que ir poco a poco; las buenas iniciativas se copian». Añade que el objetivo es «conseguir un censo nacional de ADN, pero hay que empezar poco a poco».
Tras la aprobación en el pleno del pasado 3 de enero de la ordenanza, el Ejecutivo jarrero espera el tramite administrativo para comenzar a realizar el censo canino a través de una empresa ya contactada.
Aseguran desde el Consistorio que, en cualquier caso, no se empezará a vigilar dicho censo hasta el próximo 1 de julio.
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