«Lo que ha hecho el Gobierno con la presa es indigno»

Sin embargo, hace un mes, el Gobierno de La Rioja, con el plácet de la Confederación Hidrográfica del Ebro, decidió destruir la presa. «La razón es que existen claras directivas para que, en el año 2030, los ríos no tengan obstáculos que perjudiquen a las poblaciones de peces; en este caso, de truchas, madrillas y barbos», explican desde la Consejería de Medio Ambiente.

Indignados, a los vecinos de Canales estos argumentos no les sirven y claman contra el Ejecutivo regional. «A pesar de que la presa ya no diese rédito económico, sí que era muy importante para la historia del pueblo, el turismo y el recreo», cuenta el canaliego Benjamín Blanco, dinamizador cultural de la comarca. «De hecho, desde hace un par de años estábamos poniendo en valor esta zona con paseos guiados por los viejos molinos; y ahora, nos la han arrasado», añade Blanco con rabia e impotencia.

«Lo peor del tema es que ha quedado el sitio hecho una ruina, ni se han procurado de dejarlo bien; el hormigón que rompieron sigue ahí en el cauce y cuando sea el deshielo, en primavera, el Najerilla lo va a arrastrar todo para abajo», asegura otra autoridad del pueblo, que prefiere no identificarse. «Luego dicen desde el Gobierno de La Rioja que quieren crear un parque natural y no sé qué historias, y lo que hacen es venir con las máquinas a destrozar nuestro patrimonio de cuatro siglos de antigüedad», apostilla este canaliego.

A pesar de que desde Medio Ambiente afirman que los estudios científicos ratifican el beneficio para los peces, los vecinos de Canales se posicionan contra ese argumento. «Lo que ha hecho el Gobierno con la presa es indigno, y la teoría de los peces, ridícula», dice el nativo anónimo. «Para eso, hubiera sido mejor construir una canaleta, aunque cualquiera que viva o pesque por aquí sabe que a los peces la presa nunca les ha perjudicado; ni ahora, ni en los 400 años que estuvo en pie», sentencia.

De vuelta a Benjamín Blanco, el dinamizador cultural ha visto cómo se esfuma su sueño de revitalizar esta zona. «Junto a la Asociación Segeda íbamos a pedir subvenciones para restaurar los molinos y hacer paseos turísticos, pero ahora nos han arrebatado el principal foco de atracción que era la presa», declara Blanco. «Este destrozo, de la noche a la mañana, ha sido como quitarnos un trozo de nuestra historia», concluye el canaliego. Por último, desde Medio Ambiente se defienden detallando que «no existían personas que respondieran de esta presa, ya no se aprovechaba». Finalmente, añaden que «cuando se publicó la autorización para derribarla en el BOE no hubo alegaciones de nadie».