La dirección de Palacios Alimentación garantiza el empleo tras la venta del grupo

El director de Recursos Humanos mantuvo ayer una reunión con el comité de empresa de la planta albeldense, en la que USO es el sindicato mayoritario con 5 representantes. UGT tiene 4 miembros; CCOO, 3 y la CSIF, 1. «Nos ha transmitido tranquilidad y que la intención es continuar tal y como estamos», trasladó al término del encuentro la presidenta del comité de empresa, Charo Pérez (USO).

«Nos ha explicado cómo funcionan los capitalistas de alto riesgo y vamos a volver a vivir lo que ya vivimos en otros momentos», aseguró Pérez. Y es que ésta es la tercera vez que Palacios Alimentación sale a la venta, después de que la familia Palacios, que puso en marcha la empresa en 1983 en La Rioja, dejara en el 2009 esta compañía en manos del consorcio formado por Talde y Proa Capital, dos gestoras españolas de capital riesgo, y de otros pequeños inversores.

El fondo estadounidense Carlyle compró posteriormente, en el 2015, Embutidos Palacios por un montante de 150 millones de euros.

Ahora Carlyle ha puesto a la venta de nuevo esta compañía por un precio de salida de 300 millones de euros. Esta operación depende de ING y Rothschild.

Carlyle posee el 81,6% de la firma cárnica y el resto se reparte entre dos asesores externos y algunos directivos. Estos últimos han suscrito 225,49 participaciones preferentes, por las que cobrarán un dividendo de 1,9 millones más un 12% por cada año de demora.

Palacios no podrá distribuir dividendos hasta que no realice este pago. También podrá vender su participación al futuro comprador de Palacios por el mismo precio que obtenga Carlyle.

The Carlyle Group es un gestor global de activos alternativos con más de 200.000 millones dólares bajo gestión a través de más de 300 vehículos de inversión. Cuenta con presencia en todo el mundo y en casi todos los sectores de actividad económica.

Carlyle tiene por objetivo invertir y crear valor para sus inversores, muchos de los cuales son planes de pensiones públicos. De esta manera, habitualmente este tipo de gestores permanecen durante un tiempo en las compañías que adquieren para luego intentar venderlas por una cifra superior tras poner en marcha planes de expansión. Hace cuatro años se hizo con la propiedad del Grupo Palacios Alimentación (Albelda), que dispone de otros cuatro centros de producción en Madrid, Navarra y Asturias y otro más en Estados Unidos (Elore Holdings). Este tipo de vehículos inversores, que trabajan con fondos privados, públicos e incluso de pensiones, suelen buscar entre sus objetivos empresas familiares con discrepancias en la gestión entre los descendientes.