Un desahucio en Quel descubre que una mujer guardaba 35 perros en una casa, algunos sin identificación

La mujer que residía en la vivienda de su expareja recogía a los perros de la calle. Al no poder llevárselos ni atenderlos cuando fue desahuciada a las 10.00 horas, se creó una situación de peligro para los canes, que se quedaron en el inmueble, que dispone de terraza y un huerto en la parte trasera. Además, algún animal necesitaba medicación, algo que comentaba mientras pedía entrar para que no muriesen.

Poco antes de las 20.00 horas accedieron dos personas de la Asociación Animales Rioja, acompañadas por el dueño, para atender a los perros, darles agua, comida, la medicación, y airear las estancias. En la calle esperaban tres guardias civiles, dos alguaciles, una concejal y vecinos.

Al entrar comprobaron el calor que hacía. Uno perro estaba muriéndose, una perra preñada y había varios cachorros. La mujer (ella misma había llamado a Animales Rioja) decía desde la acera de enfrente que varios estaban ciegos (uno diabético), otros sufrían hidrocefalia y uno leishmaniosis. En la casa no tenía luz y como la medicación necesita estar refrigerada se la guardaba una vecina en su nevera.

Desde el Ayuntamiento se quedaron sorprendidos de que en la vivienda hubiese treinta y cinco perros (o más), no tenían constancia y ni denuncias, señalaron. Veinticuatro perros disponen de microchip, la mayoría con una dirección de Calahorra, y el resto no tiene identificación. Ahora queda una pregunta en el aire: ¿qué va a pasar con estos perros?

Animales Rioja presentará una denuncia al Seprona y cree que la solución es repartirlos entre las protectoras y que el Gobierno de La Rioja se haga cargo de los enfermos porque disponen de veterinarios.