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Calahorra
Las mascotas y sus dueños, protegidos para todo el añoPerros, gatos, loros, caballos, hámsters... abarrotaron, con sus propietarios, el Planillo de San Andrés para recibir la bendición de San Antón
Ya quisieran los santos Emeterio y Celedonio recibir a tantos niños y niñas en el día grande de las fiestas de Calahorra delante de ... la iglesia de Santiago. Sin embargo, con la natalidad en caída libre, frente al aumento del número de mascotas en las familias (el censo de perros en la ciudad recogía el pasado año 3.841 ejemplares), San Antón les gana por goleada.
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Y así, el Planillo de San Andrés volvió a llenarse este domingo de animales dispuestos a recibir la bendición anual de su protector en el cielo. Una tradición con la que una vez más cumplieron sus 'benefactores' en la tierra y quienes les acercaron al santo en brazos, jaulas o transportines. Los más habituales en las casas no fallaron, por lo que perros, gatos, pájaros y hámsters fueron los más numerosos. Aunque tampoco faltaron los caballos ni aves exóticas como un loro yaco, tan fiel a su dueño que, fuera de la jaula, no se despegaba de su brazo.
Después de la misa dedicada al patrón de los animales, a la que se permite su asistencia, la cofradía de San Antonio Abad procedía a las bendiciones. Era entonces cuando su presidente, José Antonio Barco, recordaba que son ya 276 años los que llevan celebrando esta fiesta en Calahorra.
La cofradía de San Antonio Abad organiza los actos por el patrón de los animales desde hace 276 años
Tras las bendiciones se sortearon roscos, un cordero y un gorrín, utilizando una antigua ruleta de madera y clavos
Y es precisamente el hermano mayor de la cofradía y su familia quienes en los últimos años se encargan de mantenerla, organizando la hoguera, la degustación de patatas asadas y los actos religiosos en torno a este santo, que fue monje y al que se considera patrón de las mascotas por sus episodios con bestias salvajes durante su primer retiro y su descubrimiento de la sabiduría a base de observar a los animales y la naturaleza.
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San Antón, que suele celebrarse en Calahorra el fin de semana anterior o posterior al día de su fiesta (17 de enero), se conmemora también con la rifa de roscos, un cordero y un gorrín. Para el sorteo no hay ni aplicación móvil ni papeletas sino una ruleta de madera con números escritos a mano junto a 10 clavos. La concejala de Festejos, Raquel Moral, fue la encargada de hacer gira la rueda para conformar las tres cifras de los números ganadores.
Con los animales bendecidos y el sorteo ya resuelto se llevó a San Antón en procesión por el casco antiguo hasta la Sociedad Gastronómica Calagurritana, donde el mayordomo del santo para este año, Luis Miguel Barco, ofreció un aperitivo.
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