El párroco Jesús Ignacio Merino, con la casulla del renacimiento, en uno de los responsos que se realizaron ayer en la liturgia de la catedral. I. Á.
Calahorra

La joya de oro y seda de la catedral

La tradicional liturgia por los fallecidos del templo se ofició ayer con una casulla renacentista, recién incorporada al patrimonio catedralicio

Isabel Álvarez

Calahorra

Martes, 4 de noviembre 2025, 08:54

La tradicional misa capitular por todos los difuntos enterrados en la catedral de Calahorra y también por todos los fallecidos de la ciudad se aprovechó ... ayer para presentar una casulla bordada del siglo XVI, recién incorporada al patrimonio catedralicio. Se trata de una obra maestra del bordado renacentista riojano, estudiada por la historiadora Cristina Sigüenza Pelarda y publicada en la revista Kalakorikos, que edita anualmente la asociación Amigos de la Historia de Calahorra.

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La pieza muestra un importante trabajo en sedas y oro, en el que conviven el gótico tardío y el renacentismo, con figuras de San Andrés, Santiago el Mayor y los santos Emeterio y Celedonio. Esta iconografía enlaza simbólicamente las tres parroquias históricas de Calahorra: San Andrés, Santiago y la catedral. Los estudios apuntan que fue realizada entre 1520 y 1530 en un taller riojano de gran maestría y los santos que aparecen representados lucen atuendos cortesanos inspirados en los retratos de la época de Carlos V, con rostros expresivos y un gran realismo.

La historia de la casulla guarda además un anécdota. Y es que, esta prenda fue entregada a la sección de Patrimonio de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño bajo secreto de confesión. Desde entonces se encontraba guardaba en el depósito de la iglesia de San Bartolomé de Logroño.

La pieza pertenece al siglo XVI y muestra las imágenes de San Andrés, Santiago y los santos mártires

Tras su restauración, la casulla puede admirarse ahora de forma permanente en la exposición del claustro de la catedral, donde se exhibe junto a otras piezas del patrimonio textil diocesano. Ayer volvía a la vida litúrgica para rendir homenaje, entre oro y seda, a todos los difuntos.

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El párroco de la catedral y a su vez responsable de Patrimonio de la Diócesis, Jesús Ignacio Merino, quien ofició la ceremonia con la valiosa casulla, subrayó que es una prenda «muy calagurritana» como se aprecia en los galones centrales, que es donde se encuentran representados los santos patronos de Calahorra. «Emeterio y Celedonio están en la parte de arriba de la franja, y en la parte posterior arriba», mientras que en la zona de abajo por delante se puede ver la imagen «de Santiago con el cayado de peregrino» y por detrás, «San Andrés», describió.

La casulla se entregó a la Diócesis bajo un secreto de confesión y se guardaba en la iglesia de San Bartolomé

De otro lado, Merino precisó que la mejor manera de conservar este tipo de piezas es «tumbadas», porque «es como menos sufren los bordados». En este sentido, explicó que «la zona central» suele conservarse en peores condiciones, puesto que en ella el sacerdote apoya las manos y roza con el altar durante las ceremonias litúrgicas.

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La llegada de esta casulla a la catedral de Calahorra viene a enriquecer el patrimonio textil que se conserva en el templo y del que Merino destaca el «palio del (obispo) Lepe, que es del Corpus, y el palio de los santos, que es del siglo XIX».

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