Un mes después de la crecida, el campo lamenta la «inacción» de la Administración

Isabel Álvarez

Calahorra

Martes, 18 de enero 2022, 01:00

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El agua prácticamente ha desaparecido en las fincas y caminos que el 11 de diciembre sufrieron en la ribera del Ebro de Calahorra, con cerca de 3.000 hectáreas, las consecuencias del desbordamiento del río. La avenida llegó además en un momento totalmente inesperado para muchos agricultores que tenían sus fincas en plena producción. «Normalmente, se viene desbordando en los meses en los que más precipitaciones se producen, como febrero o marzo», explicaba ayer el secretario general de ARAG-Asaja, Igor Fonseca, en una explotación de coliflores totalmente perdida.

Como esta hay muchísimas más por toda la ribera. De alcachofas, de cardo, vides, perales... Cultivos sobre todo de hortalizas de invierno a los que literalmente se ha tragado el agua. El desastre de la avenida se puede ver ahora en toda su magnitud. En un principio se habló de 500 hectáreas de superficie de cultivos afectados, pero oficialmente, todavía no se han dado datos sobre terrenos, agricultores e infraestructuras de riego dañadas. «Nada más producirse los hechos la Consejería de Agricultura dijo que estaba haciendo una evaluación de los daños con sus técnicos y de momento, no se ha dado ninguna reunión ni ninguna información al respecto», lamentaba Igor Fonseca, de Asaja, que a su vez critica la «inacción» de las administraciones de cara a la reparaciones de la mota de defensa y la articulación de ayudas económicas a los afectados.

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La crecida extraordinaria del pasado mes de diciembre debilitó en muchos puntos la mota de defensa. Ya entonces los regantes de la ribera de Calahorra reclamaron una reparación urgente. Sin embargo, un mes después de la crecida las máquinas todavía no han entrado en el terreno. Al menos las de la Confederación Hidrográfica del Ebro, porque ayer en el camino del caballón se podían ver los trabajos en un dique que está realizando la Comunidad General de Regadíos de Calahorra.

«El Gobierno de Navarra ha tomado cartas en el asunto y a pocos metros de aquí, en San Adrián, se está procediendo a la reparación del mazón del Ebro», señalaba Igor Fonseca, para exigir al Gobierno riojano que actúe o reclame a la CHE que lo haga de inmediato.

La Confederación Hidrográfica realizó la semana pasada varias reparaciones en tramos del Ebro de Navarra y Aragón, como la mota de Falces y Funes. Pero «son actuaciones provisionales en núcleos urbanos de cara a una crecida ordinaria», precisan a este periódico fuentes del organismo de la cuenca hidrográfica. «No se están haciendo actuaciones de emergencia, porque ni el terreno ni los caudales lo han permitido», explican desde la CHE.