Autol muestra su rechazo al proyecto de instalación de una planta de biometano

Entonces los presentes aplaudieron a la regidora y comenzaron a gritar no mayoritariamente para dejar clara su postura.

Por parte de la empresa promotora, Glide Energy S.L., intervinieron sus propietarios Raquel Gadea y Marcos Sebares. Intentaron disipar dudas y explicaron los aspectos de la instalación que prevén implantar en el término de Autol y su funcionamiento.

Ofrecieron cifras (inversión de 30 millones de euros para más de 30 años de actividad, 800.000 euros en impuesto de construcciones y 300.000 del IBI y IAE para el Ayuntamiento), creación de puestos de trabajo, comparativa con la situación de Europa con auge de estas instalaciones frente a la escasez de España.

Hablaron de economía circular, conversión de residuos vegetales y animales en biogas y en agua, inspecciones periódicas y control y pusieron sobre la mesa otras cuestiones durante cuarenta minutos, como que antes se barajó la posibilidad de llevarla a Alfaro, pero no fue viable.

Asimismo, indicaron que en estos momentos toda la información está en manos de los técnicos del Gobierno de La Rioja y estos valorarán autorizarla o no en un plazo de seis a nueve meses.

La gente escuchó y esperó hasta que terminaron. Entonces todos los que pidieron la palabra mostraron su disconformidad y cuestionaron esta planta. Sus responsables aseguraron que no generará malos olores, algo que pusieron en duda los vecinos. «El problema son los purines», comentó un vecino.

Otro les echó en cara que no hablasen de los riesgos que podría generar esta planta y las medidas de seguridad. La posible atracción de macrogranjas fue otro tema que causa alarma entre los autoleños. Alguien preguntó donde estaban las chimeneas en las imágenes de la recreación de la planta y los responsables de la empresa respondieron que no se quema nada en el proceso de transformación.

Desde la oposición, PSOE como VOX, acusaron al equipo de Gobierno de falta de transparencia. La alcaldesa contestó que les presentaron la idea del proyecto en febrero y que a día de hoy no hay ningún trámite en el Consistorio.

El tono subió y llegó un momento en el que se pidió que la gente votase. Bastida cortó tajante al decir que no se someterá a votación porque esto provocará una división entre los vecinos, algo que quiere evitar. «Si mi pueblo me dice que hasta aquí, pues hasta aquí. El proyecto no continúa» dijo. La gente aplaudió y terminó asegurando que «no continúa porque no se ha iniciado, quiero que quede claro que en el Ayuntamiento no se ha dado ni un solo paso».