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Diego Ventura a lomos de 'Bronce' toreando sin cabezada.

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Diego Ventura a lomos de 'Bronce' toreando sin cabezada. Sonia Tercero

Revolución y conquista en Arnedo

El rejoneador Diego Ventura rebasa todas las cumbres del toreo a caballo y corta cuatro orejas en Arnedo; Emilio de Justo y Juan Ortega, sin opciones

Sábado, 25 de septiembre 2021, 23:14

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La vuelta al Arnedo Arena en la tarde de este sábado fue extraña, de sentimientos encontrados. Por un lado, la ilusión de volver a ver ... toros, y por otro, la desilusión de no poder disfrutar de la feria del Zapato de Oro. Por estas fechas, en otro año, la ciudad del calzado estaría recibiendo en los corrales de su plaza a los primeros novillos que se lidiarían en este ciclo de cinco novilladas, en las que los jóvenes luchan por abrirse hueco en el toreo. Algún aficionado se acordó y lo gritó desde el tendido: «Queremos el Zapato de Oro», dijo. Pero la decisión de no celebrarla ya estaba tomada meses antes del festejo de ayer, y nos encontrábamos ante una corrida de toros mixta. Diego Ventura se las vio con un primero algo incierto, que en los primeros compases de la lidia embistió muy rajadito. A lomos de una de sus estrellas, 'Nazari', calentó la tarde. Cosido al costado del caballo lo llevó por los diferentes terrenos de la plaza, calibrando perfecto la bronca embestida. Luego terminó templándose el toro, y Ventura le enseñó siempre los pechos del equino al astado. Así clavó varias banderillas. Con 'Lio' llegó la locura. Ajustadísimos fueron los quiebros. Qué control. Citaba, esperaba, y cuando tenía al toro ya a milímetros hacía el quiebro. Con un carrusel de banderillas cortas abrochó la faena que fue premiada con dos orejas. Otras dos cortó en el cuarto. Cada batida fue una explosión, aunque algunas se deslucieron cuando no lograba clavar o pasaba en falso. El clímax de la faena llegó cuando le quitó la cabezada a 'Bronce', y dirigiendo al equino únicamente con las piernas lo toreó sensacional, componiendo una figura a tres, reunida, en un reducido espacio y dando siempre la cara al toro. Todo muy medido. Muy torera la escena. El caballo trató de morder la testuz del toro en varia ocasiones, todo intencionadamente, y la gente entró de lleno. Antes, a lomos de 'Sueño', toreó muy bonito. Una vuelta al ruedo dio con el animal cosido a la grupa, y en un segundo cambió el viaje metiéndose por los adentros. Con 'Guadiana' colocó tres rosas al violín y remató la faena con un rejón entero. Le costó doblar al toro pero el doble trofeo era más que merecido. Ventura sigue revolucionando el toreo a caballo y conquistando. El Roca Rey del rejoneo.

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