Otro camión para los refugiados de la guerra

Hace un mes, el sacerdote director de Cáritas Borislav, en la zona de Leópolis, Peter Pidlubny, escribía a Cáritas Arnedo para lanzar una petición. Necesitaban alimentos no perecederos en conservas, pasta, arroces...; productos de higiene personal de todo tipo, desde compresas y tampones a pañales de adultos, toallitas húmedas, champús, geles...; y calzado en diferentes tallas y usos... Los necesitaban para atender tanto a los residentes que sufren las consecuencias de la guerra como para los muchos desplazados internos. Hasta el distrito de Drohobych han llegado 37.500 refugiados, la mayoría niños, mujeres, ancianos y personas con discapacitados. Todos con todas las necesidades básicas por cubrir.

«La gente ha respondido de una forma preciosa, tanto en las empresas con calzado y conservas como a través de las familias y, en especial, en los colegios, que ha sido una maravilla: ¡llenamos una furgoneta entera con productos de higiene!», agradece Santiago Álvarez, director de Cáritas Arnedo.

Cuando se ha superado el año de la guerra en Ucrania, la respuesta solidaria en la comarca sigue inalterable: calcula Cáritas que el valor de este tercer camión en dos semanas enviado a través del colectivo de ucranianos de Autol supera los 60.000 euros. «Pedimos a las empresas de calzado con las que tenemos contacto habitual. Y, una vez más, nos han dicho que nos pasáramos por sus empresas, que nos preparaban todo tipo de calzado para todas las edades», agradece Álvarez. Dicho y hecho: sus voluntarios reciben la llamada, se acercan y siempre se van llenos. En la mañana de ayer, otra empresa también les donó más cajas de calzado. Ya descansan en el almacén de Autol. Irán en el siguiente camión.