El sector vacuno se muestra en contra del crotal electrónico para los terneros
ARAG-Asaja y UAGR-COAG critican esta medida obligatoria que entró en vigor ayer, impuesta por el Ministerio de Agricultura
A partir del 1 de julio, el Ministerio de Agricultura impone el uso obligatorio del crotal electrónico para los terneros nacidos a partir de esa fecha, una medida ante la cual se han mostrado contrarias las principales organizaciones agrarias y han conllevado críticas contra el ministro Luis Planas Puchades.
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ARAG-Asaja asegura que ha reclamado que esta identificación sea voluntaria porque en el resto de países europeos no es obligatoria y, sobre todo, porque añade otro coste a los ganaderos. Lamenta que el ministerio ha hecho oídos sordos a la petición.
A nivel nacional Asaja habla de «otra imposición sin consenso que encarece y complica el trabajo en el campo» y la tacha de «innecesaria, injusta y profundamente perjudicial para miles de explotaciones, especialmente las de vacuno extensivo».
Las organizaciones ganaderas lamentan el sobrecoste que supone y que no hubo diálogo
Incide en que ya se posicionó en contra de esta medida en mayo «cuando fue anunciada por el MAPA sin diálogo previo ni respaldo suficiente».
«Según el informe de la Comisión Europea publicado en agosto de 2023, solo cinco Estados miembros han optado por aplicar este sistema de forma generalizada», señala Asaja y continúa diciendo que «y lo más importante, la normativa europea no exige su imposición obligatoria, sino que recomienda que sea voluntaria, especialmente para no perjudicar a las pequeñas y medianas explotaciones».
Plantea los siguiente problemas que conlleva: sobrecoste para el ganadero, que asume íntegramente el precio del nuevo dispositivo; inmovilización del animal en caso de pérdida del crotal hasta que se reponga, con el consiguiente perjuicio para la gestión de movimientos; desigualdad frente a animales importados, que no están sujetos a esta obligación; y falta de preparación tecnológica en gran parte de la cadena, especialmente en explotaciones extensivas y familiares.
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En el caso de UAGR-COAG, considera que «la reciente imposición del crotal electrónico en vacuno supone un gasto añadido a las explotaciones ganaderas y no tiene ventajas, como sí las tendría la implantación de un microchip». La Unión cita como inconveniente que no mejora la trazabilidad, porque se puede perder igual que los no electrónicos. Y, si hay que sustituirlo, el coste es mayor que el de un crotal no electrónico. También que hay que adaptar la crotaladora, con el riesgo de que se produzcan más infecciones, o comprar otra.
UAGR tiene clara su postura: «rechazamos esta iniciativa que supone más burocracia, más dependencia tecnológica y un coste adicional para el ganadero».
Joaquín Gallardo, responsable del sector vacuno de COAG, alega que Planas ha hecho caso omiso a las reclamaciones de los ganaderos priorizando los intereses de otros actores de la cadena de valor de vacuno e incide en que la trazabilidad ya está garantizada con el crotal tradicional.
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«La simplificación administrativa debería ser real y no impostada. El ministerio no puede decir en foros de ganadería extensiva que apuesta por soluciones dialogadas con el sector y luego aprobar disposiciones y obligaciones de forma unilateral», criticó Gallardo.
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