Un largo camino por delante con muchos obstáculos que salvar

El europarlamentario riojano del grupo de los socialdemócratas, César Luena, admite que el proceso de ratificación plantea desafíos significativos.

Por una parte, «en el Mercosur, el acuerdo debe ser aprobado por cada uno de los parlamentos nacionales. Sin embargo, no se necesita aprobación unánime para que el acuerdo entre vigor. Lo hará bilateralmente una vez que el parlamento de cada país lo apruebe», explica.

Pero también especifica que «en la UE, una vez culminada la revisión jurídica y la traducción a todas las lenguas de los Estados miembros, cosa que puede llevar varios meses, el acuerdo comercial se someterá a la ratificación del Consejo Europeo en el que los países de la UE están representados por sus ministros de Comercio» y ahí pueden surgir algunos problemas porque «un mínimo de cuatro Estados que representen al menos el 35% de la población de la UE podrían bloquear el acuerdo. Francia, Austria y Polonia han declarado que se oponen al acuerdo, pero necesitarían otro país grande para alcanzar el umbral crítico. Italia podría unirse a ellos, pero también es posible que en los próximos meses las garantías y los plazos de transición que la Comisión Europea ofrece a los agricultores basten para convencer a los países más escépticos y se despejen así los horizontes del tratado».