Gobierno y partidos riojanos, contra la 'Ebro Región' propuesta por UPyD

Le cayeron por todos los lados. Gobierno regional, populares, socialistas y regionalistas riojanos unieron ayer sus voces para descalificar la propuesta filtrada la víspera por UPyD de crear la 'Ebro Región' mediante la fusión de la comunidad riojana, Navarra y Aragón, una iniciativa rechazada horas después por la cúpula nacional del partido liderado por Rosa Díez.

Breve y rotundo, el jefe del Ejecutivo regional, Pedro Sanz, preguntado por dicha propuesta, se limitó a señalar que «ni la he leído ni la pienso leer, no suelo perder el tiempo». En el mismo sentido, tras su comparecencia al término de la reunión del Consejo de Gobierno, el consejero de Presidencia y Justicia, Emilio del Río, aseveró: «Me parece un chiste, una broma; además, parece que es una no propuesta».

Desde el PP, su secretario general, Carlos Cuevas, mantuvo la misma tesis que el Ejecutivo de Pedro Sanz al advertir de que «nosotros no perdemos tiempo en ese tipo de propuestas que suenan más a chiste que a otra cosa».

Celebración reaccionaria

Mucho más contundente, la socialista María Victoria de Pablo, descalificó con toda rotundidad la iniciativa. «Nos molesta especialmente que el ataque a nuestra autonomía haya venido desde dentro, desde la propia comunidad», afirmó, para añadir: «Nos ha costado muchos años ganarnos el respeto mediante la seriedad en la actuación como comunidad autónoma y, cuando creíamos que todo eso estaba superado, nos sorprende que un documento poco reflexivo y elaborado constituya un nuevo ataque a esta comunidad que ahora conmemora su trigésimo aniversario, como poco elaborado y reflexivo ha sido el desmarque de la dirección nacional de UPyD». «Es una manera original y epatante, pero evidentemente reaccionaria, de celebrar el aniversario de la comunidad autónoma de La Rioja», concluyó.

Finalmente, el presidente de UPR-riojanos, Miguel González de Legarra, tildó de «peregrina, incongruente y decimonónica» una propuesta, que «supondría regresar a una organización territorial más propia del régimen anterior a la entrada en vigor de nuestra Constitución». «No es el sistema el que es malo, sino quienes lo han gestionado y que, por ambición económica y de poder, lo han corrompido hasta llevarnos a la insostenible situación que vivimos», zanjó.