La Rioja paga el médico a 18.000 alaveses

Ni un ápice. El Gobierno de La Rioja se mantiene firme en su postura de no dar asistencia a los usuarios derivados de las vecinas Álava y Navarra para recibir Atención Primaria y Especializada en nuestra región. Mientras desde el otro lado del Ebro, el Ejecutivo vasco y otras formaciones políticas claman contra la decisión adoptada por la Sanidad riojana, el presidente regional, Pedro Sanz, dejó claro ayer que se siente asistido por la razón y la legislación al poner fin a lo que denominó como prestaciones sanitarias «irregulares e incorrectas».

El jefe del Ejecutivo regional compareció ayer en rueda de prensa acompañado de una batería de datos e información para ilustrar la situación que ha llevado finalmente a su Gobierno a cerrar el grifo de los servicios sanitarios en Atención Primaria y Especializada a los habitantes de Álava y Navarra.

Sólo en los diez primeros meses de este año el Servicio Riojano de Salud (SERIS) ha realizado a pacientes alaveses 18.631 consultas y otras pruebas diagnósticas; 323 ciclos de quimioterapia y 681 ingresos hospitalarios, además de atender 3.629 urgencias.

Las cifras superan ya a las de todo el 2010 e ilustran una tendencia que, señaló el presidente, ha ido en aumento desde la apertura del Hospital San Pedro en el 2007. «Lo que ha pasado es que desde que abrimos el hospital, desde que mejoró la sanidad en esta comunidad, se ha producido una avalancha de traslados incorrectos del País Vasco a La Rioja y desde Navarra también». En este último caso, ceñido exclusivamente a la localidad de Viana, el SERIS ha cubierto entre enero y agosto del presente año 4.539 consultas, 15 ciclos de quimioterapia y 171 ingresos hospitalarios, además de 1.033 urgencias.

Los números superan en uno y otro caso al de riojanos derivados a los servicios vasco y navarro de sanidad (Osakidetza y Osasunbidea, respectivamente). El año pasado en el País Vasco fueron realizados 98 procesos quirúrgicos y 163 ingresos hospitalarios de riojanos mientras que a Navarra se efectuaron 84 traslados.

Pero la cuestión, detalló Sanz, va más allá de la cantidad de pacientes que se atienden en uno y otro lado de la muga y atañe también a la responsabilidad competencial de las autonomías. Transferidas como están a las comunidades las atribuciones en materia de Atención Primaria y Especializada, Sanz recordó que éstas «son competencias que tiene el Gobierno vasco y las tiene en su territorio y viene a que se las lleve a cabo el Gobierno de La Rioja no correspondiéndole y, además, gratis».

A La Rioja no le corresponde

Y no le corresponde, apuntó, porque esta asistencia (Primaria y Especializada) no entra dentro del fondo nacional de compensación sanitaria, el denominado SIFCO, ideado para abonar a las autonomías los gastos derivados de atender a pacientes de otras regiones que se tienen que desplazar al carecer en sus comunidades de centros de referencia o especialidades para tratar su enfermedad. Dicho de otra forma, La Rioja no recibe ninguna compensación nacional ni del País Vasco por la atención que dispensa a usuarios riojanoalaveses, quienes, por otra parte, tienen garantizado el servicio de Primaria y Especializada en su territorio.

Sin embargo, concretó Sanz, «todos los traslados de pacientes de La Rioja al Servicio Vasco de Salud se tramitan a través del SIFCO, no los manda un médico de cabecera de Atención Primaria, los manda el hospital», de manera que el sistema sanitario de la comunidad vecina se ve posteriormente compensado por financiación estatal. «La Rioja -insistió el jefe del Ejecutivo riojano- no recibe ni un euro del fondo de cohesión porque no tenemos ningún centro de referencia; el País Vasco sí y Navarra, también».

En este mismo terreno de los números, Sanz no concretó sin embargo el coste que conlleva para las arcas riojanas la atención a miles de pacientes de ambas comunidades vecinas. Preguntado sobre este extremo se limitó a decir que la cifra de siete millones de euros que se ha dado «aunque no la hemos dado por cierta, no creo que esté muy desencaminada». En esta factura sanitaria se incluiría, además, «el gasto farmacéutico de todas estas personas que vienen a La Rioja porque compran sus medicinas en farmacias de la Comunidad».

El máximo mandatario regional trazó también un análisis histórico para recordar que el País Vasco tiene competencias sanitarias en Primaria y Especializada desde el año 1984, Navarra desde 1990 y La Rioja desde el 2002. Pese a haberlas asumido con posterioridad a los dos vecinos, nuestra región ha realizado, señaló, una inversión de 350 millones de euros desde entonces «para incrementar el número y calidad de las infraestructuras sanitarias así como de la cartera de servicios», de manera que «desde el 2005 hay 10.000 pacientes riojanos que han dejado de salir fuera de La Rioja». Además, hay suscritos convenios de colaboración en salud con Navarra, Castilla y León, Aragón, Cantabria y Cataluña, a diferencia de lo que ocurre con el País Vasco.

Sanz rebatió también en su diagnóstico las razones esgrimidas desde instancias vascas en el sentido de que los riojanoalaveses acuden a Logroño por la cercanía, al estar situada Vitoria a unos 60 kilómetros de las localidades afectadas. «Más de 25.000 riojanos viven a una distancia superior a 60 kilómetros de Logroño y reciben asistencia del Servicio Riojano de Salud», expuso antes de completar su argumentación recordando que «hay navarros que viven muy cerca de Logroño o de Calahorra y a más de 60 kilómetros de Pamplona que son atendidos por Osasunbidea (el sistema navarro de salud)».