Avenida de Burgos, en estado de guerra

Las obras de reurbanización de avenida de Burgos traerán a partir de hoy una nueva modificación en el tráfico rodado que vendrá a alterar un poco más el tránsito por la zona. La avenida, uno de los accesos principales a la ciudad, quedará completamente cortada en el tramo comprendido entre las calles Estanque y Portillejo, es decir a lo largo de todo el tramo donde se ejecuta la primera fase de reforma de esta vía.

Para garantizar la fluidez del tráfico el Ayuntamiento informó ayer de que ha habilitado un itinerario alternativo de entrada a la ciudad que accede desde avenida de Burgos a las calles Portillejo, Rodejón y Estanque para retornar de nuevo a avenida de Burgos. Con el objetivo de facilitar el acceso a la calle Estanque, se ha autorizado el giro a la izquierda desde la calle Portillejo creándose de este modo una intersección provisional que se regulará por semáforo.

Los cambios, añadió el Consistorio, no afectarán a las paradas del transporte urbano y se garantizará también el acceso a las fincas de la zona donde se desarrollan las obras, en su mayor parte expositores y naves de establecimientos comerciales.

Este recorrido alternativo se sumará al ya existente en sentido contrario, el de salida de la ciudad. En este caso, los conductores deben internarse por las calles Paula Montal y Guipúzcoa para volver a avenida de Burgos por Portillejo o bien seguir por General Yagüe.

La extensión de las obras a los carriles de acceso a la ciudad mientras se desarrollan los trabajos en los viales de salida ha motivado el corte completo de la avenida, que debería reabrirse el 15 de diciembre en ambos sentidos, según ha transmitido la empresa adjudicataria al Ayuntamiento, que confía en que se cumplan los plazos al igual que los vecinos y empresarios de la zona.

La obra, no obstante, se ha topado con algún inconveniente que ha demorado la ejecución de la urbanización en la mitad norte de la calle. La excavación descubrió en esta parte cimentaciones de antiguas instalaciones industriales que no estaban contempladas, circunstancia que dilató su ejecución, explica el concejal de Urbanismo, Pedro Sáenz Rojo, quien agrega que la parte donde se centran ahora mismo las tareas ha sido más compleja por la instalación también del nuevo colector. «En la mitad sur será más fácil y rápido porque el colector ya está colocado», asegura el edil.

Una vez entregada esta primera fase de las obras, la más cercana al núcleo consolidado de Logroño, la reurbanización de avenida de Burgos debería continuar hacia el oeste en dos fases ulteriores, si bien todavía no hay fecha concreta para retomar las obras de la segunda fase, la comprendida entre Portillejo y Pradoviejo.

Sáenz Rojo confía en poder empezar a finales del año próximo, aunque ello dependerá de cómo evolucione la firma de convenios con los propietarios del entorno para disponer del suelo.