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Clientes del bar Carlitos de Huesca capital, donde se han repartido décimos del Gordo, celebran su suerte. / Efe
Toda la alegría para Grañén
LOTERÍA DE NAVIDAD

Toda la alegría para Grañén

Esta localidad de dos mil habitantes de Huesca vendió de forma íntegra el 58268, el Gordo más jugoso de la historia

DANIEL ROLDÁN

Jueves, 22 de diciembre 2011, 19:27

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María José Posligua y Johan Fernández. Dos chavales, alumnos del colegio de San Ildefonso, que provocaron que la mayoría de los habitantes de Grañén pegaran un bote a las 9.57 horas de este jueves. Porque a esa hora, todo el país se enteró que esta pequeña localidad de apenas dos mil habitantes (1.988 según el Instituto Nacional de Estadística) estaba situada en Huesca, en Los Monegros, a 27 kilómetros de la capital y a 71 de Zaragoza, se había convertido en la envidia de todos. Allí se había vendido el 58268, el Gordo más gordo de la historia. Cuatrocientos mil euros al décimo. Cuatro millones a la serie. Vamos, un dineral para una provincia que hacía casi cinco décadas que no caía el primer premio del sorteo de Navidad.

«No me ha dado tiempo a llorar», explicaba abrumada Pilar Azagra. Ella es una de las personas más felices de Grañén. Ha sido la encargada de vender desde la ventanilla de su despacho en la calle Joaquín Costa 4 la felicidad no solo a su pueblo, sino a toda la comarca y al resto de Huesca. Muchos hijos y nietos de este pueblo le compraron los décimos en sus visitas a padres, madres y abuelos durante el fin de semana antes de volver a Huesca capital o a Zaragoza. «No había anotado el número cuando ya había gente en la tienda, gente a la que había tocado el premio y que se fueron enseguida», repetía Pilar a los medios de comunicación si reprimir su alegría. Estaba feliz por haber repartido el 58268, por darle una gran alegría navideña a cientos de vecinos, a personas que conoce de toda la vida. «En el pueblo había mucha más gente, pero con la crisis la gente ha emigrado. Es lógico. Ahora espero que las cosas vayan hacia arriba». decía Pilar, obsequiada con botellas de vino y cava por parte de sus conciudadanos. Ella, como suele pasar en estos casos, no llevaba ningún décimo del número mágico, que estuvo vendiendo hasta el miércoles a última hora. «Me llamó un señor de Huesca porque quería cuatro décimos por la tarde», confesó la lotera más feliz de España.

Entre los ganadores conocidos está la Asociación de Amas de Casa de Sodeto. Esta localidad de Los Monegros nació a través del Instituto Nacional de Colonización y Desarrollo Rural, el organismo creado por el régimen franquista para repoblar zonas rurales después de la Guerra Civil. Las mujeres de esta pedanía de Alberuela de Tubo, que no supera los 400 habitantes, adquirieron los décimos en la capital de comarca para soñar en estos tiempos tan complicados. Como millones de personas; o como los responsables del bar Carlitos y del asador Esperanza (ironías del destino) de Huesca o del bar Boira de Tardienta (también en Huesca).

Alberto, camarero, tenía medio décimo con un compañero. Doscientos mil euros en el bolsillo. Pero para él era algo más. «El primer pensamiento fue para mis hijos, que les hacía mucha falta porque teníamos un negocio que nos había salido mal. Tapará agujeros», confesó en la radio antes de echarse a llorar. Lágrimas de felicidad y de alivio.

Cuarenta y ocho años de espera

Para los amantes de la estadística, decir que Huesca no recibía la lluvia de millones desde 1963. Entonces el número premiado fue el 19936. El 58268 salió en la segunda tabla y fue el segundo premio del día después de un primer cuarto. Además, es la segunda vez que el primer premio del Sorteo Extraordinario de Navidad termina en 68. La anterior ocasión fue hace 147 años, en 1864. Entonces, el número agraciado fue el 18968. Y en la posguerra, en 1941, salió el Gordo más cercano: el 58856.

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