La 'ecociudad' del Monte del CorvoLa ecociudad, el hijo nonato de la 'guerra urbanística' entre Vallejo y Revuelta
La entonces consejera de Ordenación Territorial recalificó por interés regional el suelo del Corvo en contra del Ayuntamiento logroñés
A. GIL
Domingo, 19 de octubre 2014, 09:31
Hay que remontarse a los últimos años del inmobiliario para contextualizar el nacimiento del proyecto de la 'ecociudad', una iniciativa de casi 3.000 viviendas que surgió impulsada por la entonces consejera de Política Territorial y Medio Ambiente y vicepresidenta del Gobierno riojano, Aránzazu Vallejo. La ecociudad, planificada sobre suelo rústico en el monte El Corvo -calificado además de interés paisajístico en el PGM de Logroño-, se presentó como un proyecto innovador de interés regional, con lo que se quitó por 'elevación' la competencia urbanística del Ayuntamiento y la asumió directamente Aránzazu Vallejo.
Sin embargo, tras la cortina del interés regional, se escondía un fuerte enfrentamiento por la política urbanística entre Vallejo y el hasta el año 2007 alcalde de Logroño, también del PP, Julio Revuelta. La Comisión de Urbanismo, presidida por la vicepresidenta, había paralizado previamente la modificación del Plan General Municipal (PGM) de Logroño prentendida por Revuelta, con la que aspiraba a clasificar suelo para construir 50.000 nuevas viviendas en la capital.
La paralización del PGM dejaba los terrenos al sur de la ciudad -donde los promotores habían pagado a precios desorbitados el suelo confiando en el nuevo plan- sin valor alguno. Vallejo se sacó entonces de la 'chistera' el proyecto de ecociudad con una oferta de 3.000 viviendas, el 90% de VPO y una urbanización de lujo, gracias a que se planificó sobre suelo rústico (mucho más barato). El proyecto suponía la 'puntilla' para el grupo de promotores que había apostado por el sur para el desarrollo urbanístico, ya que, aunque consiguiesen la calificación de los terrenos, los precios les impedirían competir con las VPO planificadas al norte de la ciudad.
Tomás Santos, en coalición con el PR, logró la Alcaldía de Logroño tras las elecciones del 2007 y, en sintonía con la Asociación de Empresarios de la Construcción (CPAR) y ya con Revuelta fuera de la política -incluso luego del PP-, recurrió todos los trámites administrativos que seguía la ecociudad.
Finalmente, el Tribunal Supremo anuló en el año 2012 la declaración de interés regional por lesionar la autonomía municipal y el actual consejero de Urbanismo, Antonino Burgos -heredero de las competencias de Valllejo-, anunció la renuncia a la ecociudad. Entre tanto, Gobierno y empresas perdieron cientos de miles de euros en el hijo 'nonato' de una revancha política.