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Sasha Tioumentsev, en un partido en el Palacio. :: F.D.
«Ya me pesa menos el apellido»
Balonmano

«Ya me pesa menos el apellido»

Tioumentsev explota: su balonmano ha sido clave en el increíble momento del Naturhouse La Rioja Alexander 'Sasha' Tioumentsev Jugador del Naturhouse La Rioja

PABLO ÁLVAREZ

Jueves, 10 de diciembre 2009, 12:08

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Hace apenas mes y medio, las imágenes de Jota González abroncando a uno de sus jugadores durante el partido contra el Ciudad Real llegaron a los telediarios. «Tírate como un hombre», le decía. «O si no, no juegues».

El destinatario era Alexander 'Sasha' Tioumentsev. Y será por casualidad, pero desde entonces el ruso más español (hijo del gran central Andrey Tioumentsev, lleva aquí desde los 6 años) se sale. Sasha ha explotado. Y su equipo también.

- Jota González parece tener una cierta fijación con usted desde el principio; parece convencido de poder sacar de usted cosas muy grandes. ¿Nota eso en su trabajo?

- Lo que Jota me dice es que soy capaz de ser desequilibrante, de decidir en un partido apretado. Yo me lo tomo como un cumplido, no como una presión.

- ¿Es más difícil la velocidad mental que la de las piernas?

- Mi problema en el centro es ése, que estás pendiente de muchas más cosas que en el lateral. Todavía tengo que mecanizar, ser capaz de jugar a esa velocidad y tomar las decisiones correctas. A mí Víctor (Vigo) es un jugador que me da envidia, porque no se pone nunca nervioso. Tácticamente me tengo que fijar mucho en él y en Velasco.

- ¿De niño quería ser jugador de balonmano, o no tuvo más remedio?

- De pequeño quería ser muchas cosas. Pero nadie me obligó al balonmano, lo escogí porque me gustaba. Me animaron, pero me dijeron que hiciese lo que creía oportuno.

- ¿Cómo de pesado es el apellido?

- Me pesa muchísimo menos ahora que antes. Cuando era pequeño sentía la necesidad de parecerme a mi padre. «Tu padre fue este jugador», «tu padre hizo esto», «tu padre hizo aquello»... Sí me presionaba, reconozco que me agobiaba. Luego, quizá con la madurez, me di cuenta de que éste es otro balonmano, otra época, yo soy distinto... Como mi padre nace uno cada 10 años, y yo sólo pido la oportunidad de mostrar dónde puedo llegar.

- Se ha encontrado usted con lo peor de este deporte, con equipos que se venían abajo uno tras otro. ¿Llegó a pensar en por qué no había elegido la fontanería?

- La verdad es que muchísimas veces. Los últimos tres años para mí han sido muy duros. He visto la parte más fea. Hoy día cada vez más gente, por desgracia, sabe lo que significa estar un año sin cobrar, entrenar en unas condiciones pésimas, no tener ni fisio, ni médico, ni nadie que se preocupe por ti... Te vuelves loco.

- ¿Ha recibido muchas llamadas su representante?

- (Ríe) La verdad es que no lo sé. Estuvo aquí para ver el partido del Barça, pero lo único que le dije es que estoy muy bien. Tantas veces que le había 'llorado', ahora estoy muy bien. No pienso ahora en si le han llamado o no. Creo que no, porque ahora no he demostrado nada todavía. No hay que olvidar que vengo de descender tres equipos en tres años.

- Su contrato le une por tres años al Naturhouse. ¿Le apetece?

- Estoy convencido de que ahora mismo no es el momento de irme a ningún lado. Siento que tengo un compromiso con el club y sobre todo con Jota, que es el que hace posible que esté aquí y el que hace posible que yo pueda jugar. No siento que haya aprendido todo lo que me tiene que enseñar. Este año, el que viene... y ya veremos.

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