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Miyazaki, un ídolo, firma autógrafos a sus compatriotas./ P.A.
El Naturhouse mantiene su racha ganando en Alcobendas
Balonmano

El Naturhouse mantiene su racha ganando en Alcobendas

El Naturhouse se agarra a la parte alta tras una victoria muy trabajada en Alcobendas

PABLO ÁLVAREZ

Domingo, 18 de octubre 2009, 11:00

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Cinco, siete, nueve. Quinto puesto, séptima jornada, nueve puntos. El Naturhouse suma con los dedos, y va haciendo números. Ese cincosietenueve le eleva sobre lo que podía esperarse antes del comienzo de la liga, y le sitúa en una buena posición: ahora viene la tormenta, pero el barco es sólido.

Los dos últimos puntos se los apuntó ayer el Naturhouse en Alcobendas, tras un partido que se pareció más bien a una montaña rusa: con tanto subibaja, que más de uno acabó de los nervios. El equipo de Guijosa tiene, como todos los que dirige esta leyenda del balonmano español, cualidades excelentes: fuerza, velocidad, garra, fe. Ayer no le sirvieron, pero durante casi toda la primera mitad el Alcobendas mandó. El 6-0 inicial fue poco más que una anécdota, causada por las paradas de Mijatovic (todo lo que le llegó en los cinco primeros minutos) y por el desajuste defensivo ante los hombres más peligrosos hasta el momento de Alcobendas, Pesic y Dukic.

Pero cuando ambas cosas volvieron a su ser natural (o sea, Mijatovic a no pararlo todo, y la defensa riojana a no permitirlo todo), los de Jota González fueron recuperando hasta que la cosa se igualó (8-8, minuto 20) con un Paco López sensacional.

Exclusión y reacción

Si el Alcobendas se fue tres arriba en el marcador fue porque al Naturhouse le pasó una de las peores cosas que pueden ocurrirle: que excluyan a un rival. Con uno menos en el campo, Alcobendas hizo un parcial de 2-0, para ese 14-11 del descanso.

No estaría mal que alguien en el Naturhouse apuntara lo que Jota González dijo en el vestuario, durante ese descanso. Porque la salida de su equipo a la segunda parte fue devastadora. Los nueve primeros minutos vieron un 0-7 a favor de los franjivino, fabricado sobre todo en defensa. Porque en todo ese periodo, Alcobendas no marcó, pero es que sólo tiró... ¡dos veces! Y ambas las paró Gurutz Aginagalde. Javier Parra tuvo un rato sensacional en defensa, mientras Pavel Bashkin (súper Pavel Bashkin) iba engordando su cuenta con los balones que Parra robaba. Acabó con 10 goles.

Así el Naturhouse pasó de ir tres abajo a colocarse cuatro arriba. Pero en este partido tan lleno de toboganes le tocaba ahora al Alcobendas, que aprovechaba sus superioridades perfectamente. Así llegó pronto el 18-19.

Sin embargo, la impresión era que cuando el partido se normalizaba, y la pelea se planteaba en 7 para 7, el Naturhouse era superior. De ese modo, con Bashkin a lo suyo, llegó el 20-25 en el minuto 22. Con la pareja Vigo-Tioumentsev en pista (Sorrentino no tuvo su día en ataque) el Naturhouse parecía tener las cosas bastante controladas en ataque, mientras en defensa Sorrentino (aquí sí) y Amargant reinaban en el centro.

Ese 20-25 debería haber sido suficiente como para desalentar al Alcobendas, pero no lo fue. Primero, porque un equipo de Guijosa no se desalienta. Y segundo, porque ahí estaba Daisuke Miyazaki. El japonés no es sólo una atracción para turistas (que también). Es un jugador superlativo. Probablemente tenga el mejor salto de la liga, y una de las mayores fintas. Prácticamente él solito mantuvo a los suyos arriba, para llegar a un final apretado.

Otro Naturhouse hubiera retemblado. Éste no: golazos en el límite de Tioumentsev, Isaías y Romero acabaron con la pelea.

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