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El líder del PP, Mariano Rajoy, junto al cabeza de lista del partido a las europeas, Jaime Mayor Oreja, Esteban González Pons, Javier Arenas, Dolores Cospedal, y Ana Mato. / EFE
ESPAÑA

El PP reta a Zapatero a someterse a una cuestión de confianza en el Parlamento

«A los que han tratado de manipular las actuaciones judiciales para dañarnos les ha salido el tiro por la culata», dice Cospedal

MAGIS IGLESIAS

Martes, 9 de junio 2009, 02:32

El PP no aflojará en su acoso a los socialistas y, por el contrario, aumentará su presión al Gobierno con el impulso del triunfo electoral del domingo en los comicios europeos y que, según analizó la cúpula del partido ayer, le convierte en la incuestionable alternativa de poder. Apenas unas horas después de haberse proclamado los resultados, la secretaria general del principal partido de la oposición, Dolores Cospedal, lanzó el primer dardo de la nueva etapa política al líder de los socialistas y retó a José Luis Rodríguez Zapatero a comprobar si todavía conserva la confianza de la mayoría parlamentaria que le permitió convertirse en presidente del Gobierno en marzo de 2008.

«Hoy habría motivos más que suficientes para que el presidente del Gobierno presentara una cuestión de confianza porque ha perdido la confianza de los españoles», declaró la número dos del Partido Popular en la primera rueda de prensa tras el éxito electoral y el análisis de los resultados que realizó el comité de dirección en el día después de las votaciones. El equipo de Rajoy celebró el punto de inflexión que aprecia en las elecciones europeas y que interpreta exclusivamente en clave nacional como el síntoma más claro del «cambio de tendencia».

«Ahora somos la auténtica alternativa de poder, algo que a Aznar le costó mucho tiempo conseguir», comentó un miembro del comité de dirección como resumen de sus reflexiones sobre las consecuencias que tendrán los casi 600.000 votos en que aventajan al PSOE. «En cualquier momento pueden celebrarse elecciones generales y nosotros podemos ganarlas, estamos preparados», añadió y recordó que también fueron unos comicios europeos -celebrados en 1994- los que adelantaron el triunfo del PP en 1996. Éste fue el mensaje recurrente que circuló en el comité de dirección y el que también quiso transmitir Rajoy a su gente al interpretar con nitidez que «el Gobierno está al alcance de la mano y el PP ya está en condiciones de conseguirlo».

Nadie en el PP espera que Rodríguez Zapatero se someta a la cuestión de confianza, pero le presionarán para que dé una respuesta al envite y se vea obligado a explicar si está dispuesto a llevar al Parlamento una propuesta para comprobar su fortaleza política en la Cámara.

Mientras la cuestión de confianza es una iniciativa que le corresponde ejercer al jefe del Ejecutivo, la oposición dispone de un instrumento para medir los equilibrios parlamentarios: la moción de censura. Pero para ejercer esta prerrogativa el partido opositor debe presentar un candidato alternativo y recabar los votos suficientes como para que triunfe o arriesgarse a fracasar en el intento. Por supuesto, a Rajoy no se le pasa por la cabeza utilizar este recurso, pero los populares disfrutan con el simple hecho de que se les pregunte por tal posibilidad porque ven así confirmada su condición de alternativa de Gobierno. «Las mociones de censura no se comentan. Se presentan», fue la respuesta de trámite que tuvo que utilizar Cospedal ante las reiteradas preguntas de los periodistas.

Cierre de filas

En la correcta administración de los tiempos cifra el equipo de dirección su estrategia para recuperar el poder a partir de los votos del domingo y con la referencia del éxito previo en Galicia y el País Vasco, donde «ya se vislumbró el cambio», según Cospedal. El adelanto electoral no entra en sus previsiones porque cree que el PSOE intentará mantenerse en el poder todo el tiempo que le sea posible, pero el PP no dejará de presionar a Rodríguez Zapatero para que disuelva las Cámaras si encuentra dificultades para sacar adelante sus proyectos en el Parlamento. No obstante, la presidencia española de la Unión Europea en el primer semestre del año que viene supondrá una tregua obligada en la que los populares tendrán que modular su apremio al Gobierno.

El cierre de filas con los dirigentes afectados por los casos de corrupción ha dado el resultado perseguido por la dirección popular, pues los votantes más fieles respondieron con una gran movilización en los territorios clave. Así, el PP ganó las elecciones en Madrid, Comunidad Valenciana, Canarias, Baleares y Murcia, donde dirigentes de la formación están sometidos a causas judiciales por asuntos de corrupción. Son especialmente significativas las ventajas en las que se sitúan los populares sobre los socialistas en Murcia, Comunidad Valenciana y Madrid.

Cospedal atribuyó estos datos a la reacción del electorado popular ante la ofensiva política de los socialistas con motivo de las causas por corrupción, como el 'caso Gürtel'. «A aquellos que han tratado de manipular las actuaciones que se realizan en sede judicial -en referencia al PSOE- les ha salido el tiro por la culata», sentenció la secretaria general y les acusó de pretender «perjudicar» al PP y «dañar» al presidente valenciano, Francisco Camps. Insistió sobre la misma idea y destacó el «excelente» resultado de su partido en estos territorios donde los socialistas «pretendieron ganar en los medios de comunicación o en los tribunales lo que no ganan en las urnas».

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