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Raúl Castro reconoce que Cuba necesita ajustes «estructurales»
conmemoración del asalto a moncada

Raúl Castro reconoce que Cuba necesita ajustes «estructurales»

Ha aprovechado la ocasión para tender un "ramo de olivo" al gobierno que sustituya al de George W. Bush en EEUU

EFE |

Jueves, 26 de julio 2007, 20:35

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Raúl Castro, presidente provisional de Cuba desde hace un año, ha aprovechado hoy una fecha clave de la revolución para hacer un repaso crítico de las deficiencias económicas del país, subrayar la necesidad de cambios estructurales y tender la mano al próximo Gobierno de Estados Unidos.

En ausencia de Fidel Castro, convaleciente de una grave enfermedad intestinal, el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) siguió la tradición de utilizar el discurso del 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, para hacer balance del año y dibujar las líneas de su política interna y exterior.

Autocrítica económica

No vaciló en reconocer que Cuba no ha superado aún el "periodo especial" y en abordar algunos de los más graves problemas de la economía, como la precariedad salarial, la escasa productividad y la autocomplacencia, y adelantó también que, pese a que se trabaja en los cambios estructurales necesarios, "no habrá soluciones espectaculares". "Se requiere trabajar en sentido crítico y creador, sin anquilosamiento ni esquematismos", afirmó durante el acto organizado en Camagüey, en el centro de la isla.

"Estamos en el deber de cuestionarnos cuantas cosas hacemos, en busca de transformar concepciones y métodos que fueron los apropiados en su momento pero han sido ya superados por la propia vida", manifestó. En el último año "han sido necesarios ajustes y prórrogas y no descartamos que haya que hacer otros en el futuro", dijo el general, que desde que asumió el poder, el 31 de julio del pasado año, no ha aplicado reformas económicas significativas.

La solución al problema salarial, uno de los más acuciantes para la población en un país donde el sueldo medio oficial no supera los 20 dólares (14,5 euros al cambio de hoy), pasa por el incremento de la productividad, advirtió. El salario, reconoció, "es claramente insuficiente para satisfacer todas las necesidades, por lo que prácticamente dejó de cumplir su papel de asegurar el principio socialista de que cada cual aporte según su capacidad y reciba según su trabajo".

Apertura a la inversión extranjera

No obstante, "para tener más, hay que partir de producir más y con sentido de racionalidad y eficiencia", señaló Raúl Castro. "Estamos ante el imperativo de hacer producir más la tierra (..) con tractores, o con bueyes", afirmó con rotundidad, y para lograrlo "habrá que introducir cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios", avanzó el presidente provisional de Cuba.

También en la industria, dijo, es necesario recuperar la producción y reducir importaciones, y, en ese contexto, se estudia incrementar la inversión extranjera, con condiciones, para evitar errores del pasado. "Siempre que aporte capital, tecnología o mercado", con "empresarios serios y sobre bases jurídicas bien definidas, que preserven el papel del Estado y el predominio de la propiedad socialista", subrayó el dirigente cubano.

Mano tendida al sustituto de Bush

En política internacional, Raúl Castro centró su mensaje en Estados Unidos, enemigo histórico de la revolución cubana, para tender una mano a la Administración que sustituya a la de George W. Bush, a quien acusó de mantener un pensamiento "retrógrado y fundamentalista, que no deja margen al análisis racional".

"La nueva Administración tendrá que decidir si mantiene la absurda, ilegal y fracasada política contra Cuba o acepta el ramo de olivo que tendimos en el 50 aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, cuando reafirmamos la disposición a discutir en pie de igualdad el prolongado diferendo con EEUU", recalcó.

Raúl Castro se refería a la oferta de diálogo que lanzó a la Casa Blanca el pasado 2 de diciembre. Si el próximo Gobierno estadounidense acepta la propuesta, "bienvenido sea", de lo contrario "estamos dispuestos a continuar enfrentando su política de hostilidad, incluso durante otros 50 años".

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