«La Rioja era modélica en servicios sociales, pero va a dar un paso atrás»

La presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Trabajadores Sociales de España, Ana Isabel Lima, reclamó ayer en Logroño al Gobierno regional que medite su decisión de reformar la Ley de Servicios Sociales de La Rioja para evitar el peligro de que «se reduzca la calidad del sistema». La reforma, incluida en el proyecto de Ley de Medidas Fiscales y Administrativas que acompaña al de Presupuestos y que se aprobará hoy en el Parlamento regional, contempla la eliminación de la obligatoriedad de que exista un trabajador social por cada 4.000 habitantes en los servicios sociales de los Ayuntamientos.

- Ustedes denuncian que la reforma de la Ley de Servicios Sociales que aprobará mañana el Parlamento de La Rioja es un ataque al sistema y que, además, se hace por la puerta de atrás.

- Sí, efectivamente. Puede parecer algo que no es muy importante, pero sí es muy simbólico. El poner una ratio supone un compromiso político muy importante por el que se garantiza un mínimo, aunque como máximo pueden hacer muchas cosas más. Todos conocemos leyes que dicen cosas muy bonitas, pero que luego, sin un desarrollo reglamentario, son un brindis al sol y no valen para nada. Para nosotros, que eliminen ese indicador nos lleva a pensar que les molesta porque no lo van a cumplir.

- ¿Hay ratios en otras comunidades autónomas?

- Sí, en todas las nuevas leyes los están marcando, así ha sido en trece comunidades autónomas. Algunas, como La Rioja, lo introdujeron en la propia ley, con lo que es más potente, también lo ha hecho Cataluña; y otras lo han dejado para el posterior desarrollo reglamentario. Para nosotros, el ideal sería un trabajador social por cada 3.000 habitantes, pero ya nos conformamos con que una ley recoja uno por cada 4.000.

- La Rioja es para ustedes, además, una comunidad de referencia en servicios sociales, ¿n0?

- Claro, en los últimos años había asumido el liderazgo porque había tomado la Dependencia y todo lo demás y había creado una nueva ley. Todos mirábamos a La Rioja porque era modélica en esto, pero ahora va y dice que va a eliminar ese indicador simbólico de garantía y lo hace, además, por la puerta de atrás. No sabemos qué intenciones tendrán los políticos, a lo mejor no son malas, pero el paso atrás que van a dar deberían pensárselo, porque supone dejar la bandera que habían tomado y tirar todo al suelo.

- Además, ustedes censuran que se hace en el peor momento.

- Claro, deciden esto cuando los riojanos lo están pasando mal, como el resto de los españoles. Un aumento del 500% en las ayudas concedidas o del 130% de demanda de los servicios sociales como se ha registrado es una burrada, más cuando se han producido en sólo cuatro años. Meter la tijera aquí no les va a resolver nada y lo que le puede suponer económicamente a La Rioja mantener este compromiso es de risa comparado con otras muchas cosas.