Eliseo Gómez, Beatriz Arráiz, María Somalo y Enrique Guerrero, este lunes en el Cibir. Justo Rodríguez

La Rioja contará con desfibriladores en las patrullas de Policía y Guardia Civil

Fundación Rioja Salud invertirá 72.068 en adquirir 40 aparatos y en formar a 80 agentes para ofrecer la primera atención a los más de 70 pacientes que sufren paradas cardiacas extrahospitalarias cada año en la región

Lunes, 3 de abril 2023, 12:26

Un salvavidas en el coche patrulla policial. El Gobierno de La Rioja suministrará, a través de la Fundación Rioja Salud, 40 desfibriladores semiautomáticos externos (DESA) para su instalación en las unidades de la Policía Nacional y de la Guardia Civil destacadas en La Rioja. Además, se formará a 80 agentes en la utilización de los dispositivos para la atención inmediata sanitaria a las más de 70 paradas cardíacas que se producen cada año en la comunidad.

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Con el objetivo de salvar vidas, la Secretaría de Estado de Seguridad y la Fundación Rioja Salud han suscrito un convenio que ha sido presentado esta mañana en el Cibir por la consejera de Salud, María Somalo, y la delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz Nalda, a quienes han acompañado en su comparecencia el director gerente de Fundación Rioja Salud, Sergio Martínez Astola; el jefe regional de Operaciones de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, el comisario Eliseo Gómez Palomar, y el comandante jefe de Operaciones de la X Zona de la Guardia Civil en La Rioja, Enrique Guerrero.

En concreto, según ha explicado, María Somalo, la Fundación Rioja Salud destinará 72.068 euros a la adquisición de 40 desfibriladores semiautomáticos externos, de los que 38 serán instalados en vehículos de las unidades de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en la comunidad y los dos restantes se entregarán a la Delegación del Gobierno de La Rioja en caso de que sea necesaria alguna sustitución, revisión o arreglo.

Cada uno de los dispositivos consta de un soporte mural con certificación para ser colocado en vehículos, un juego de electrodos de adulto y uno pediátrico o un juego que incluya ambos tipos de electrodos, un kit de accesorio y dos distintivos que informen sobre 'vehículo cardioprotegido'.

Los 38 dispositivos

  • La jefatura Superior de Policía contará con 7 desfibriladores.

  • La X Zona de la Guardia Civil dispondrá de los 31 restantes: 1 en la Compañía Plana Mayor de Logroño, 1 en la USECIC de la Compañía Plana Mayor de Logroño, 1 en el GREIM de Ezcaray, 1 en el destacamento de Tráfico de Santo Domingo, 1 en el puesto de Haro, 1 en el puesto de Alesanco, 1 en el puesto de Badarán, 1 en el puesto de Baños de Río Tobía, 1 en el puesto de Casalarreina, 1 en el puesto de Cenicero, 1 en el puesto de Ezcaray, 1 en el puesto de Nájera, 1 en el puesto de San Asensio, 1 en el puesto de Santo Domingo de la Calzadar, 1 en el pestacamento de Tráfico de Logroño, 1 en el puesto de Agoncillo, 1 en el puesto de Fuenmayor, 1 en el puesto de Murillo de Río Leza, 1 en el puesto de Nalda, 1 en el puesto de Navarrete, 1 en el puesto de Torrecilla en Cameros, 1 en el puesto de Villamediana, 1 en el destacamento de Tráfico de Calahorra, 1 en el puesto principal de Calahorra, 1 en el puesto de Alcanadre, 1 en el puesto de Aldeanueva, 1 en el puesto de Alfaro, 1 en el puesto de Arnedo, 1 en el puesto de Autol, 1 en el puesto de Cervera del Río Alhama, 1 en el puesto de Cornago.

La consejera de Salud ha destacado que la iniciativa permitirá reforzar aún más la atención sanitaria en el entorno rural, un ámbito en el que ha recordado se introdujo ya el año pasado la consulta telemática y que en breve va a contar con el servicio de helicóptero medicalizado una vez completada la construcción del helipuerto en el Hospital San Pedro.

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«Entre otras misiones, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se dedican a auxiliar a las personas. Son los primeros que acuden cuando hay una emergencia, así que disponer de estos aparatos va a ser un avance en la atención sanitaria de emergencia a las personas», ha destacado, por su parte, la delegado del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arráiz, quien ha insistido en que «el objetivo de esta convenio es salvar vidas». De hecho, ha detallado que cada año se producen en España 52.000 paradas cardíacas, de las que más de 38.000 tienen lugar en espacios comunitarios, fuera de un hospital.

El comisario Eliseo Gómez Palomar, tras agradecer la puesta en marcha de esta iniciativa, que ha recordado fue planteada por el jefe de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja Manuel Laguna, ha concretado que en la comunidad se producen cada año entre 70 y 80 paradas cardiacas extrahospitalarias, «una situación de emergencia en la que cada minuto cuenta y que gracias a estos dispositivos podríamos salvar, según las estimaciones, hasta 7 vidas anuales».

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En el mismo sentido, el comandante jefe de Operaciones de la X Zona de la Guardia Civil en La Rioja, Enrique Guerrero, ha asegurado que «siempre que se produce una implementación de nuevos recursos va en beneficio del servicio a la ciudadanía, pero en este caso no hablamos de servicio, sino de salvar vidas», una misión que, según ha recordad, «gracias a la dispersión de nuestro despliegue nos permitirá llegar a todos los rincones de La Rioja».

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«Sin el desfibrilador la mayoría de paradas no saldrían adelante»

«Es fundamental este convenio y esta iniciativa porque los agentes están circulando constantemente y la mayor parte de las veces llegan antes de nosotros y eso es clave porque la parada cardiorespiratoria es una emergencia tiempodependiente y cuanto más tardemos en llegar y en comenzar la reanimación peor es el pronóstico que va a tener luego el paciente», asegura Miguel Fallanza, responsable de Formación de La Rioja Cuida, que explica que «estos aparatos pueden instalarse en cualquier vehículo dentro del maletero porque al final es del tamaño de una caja de zapatos, no ocupa más».

Precisamente, La Rioja Cuida será la encargada de la formación de los 80 agentes seleccionados, quienes recibirán un curso de ocho horas en la que se les enseñará el uso del DESA (Desfibrilador Semiautomáticos Externo) y también a realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). «Tienen que aprender en primer lugar a quitarle el miedo al aparato y a saber cómo se utiliza, pero también a hacer la RCP, porque si no no sirve de nada», insiste Fallanza.

«El desfibrilador es simplemente una caja con una batería a la que se le conectan unos parches y el dispositivo está dotado de unos algoritmos que reconocen ciertos tipos de paradas y cuando detectan la arritmia maligna, que es la que se da en la mayoría de las paradas, se activa y recomienda que se dé una descarga al paciente», aclara el experto, que trata de explicar con sencillez en qué consisten el problema y el procedimiento: «Cuando el corazón detecta la fibrilación sufre un movimiento caótico y aunque sí que hay ritmo eléctrico éste es desorganizado y no efectivo. Lo que hace el DESA es dar una corriente eléctrica medida que provoca es que se pare el corazón para que éste se resetee y vuelva a producir latido».

Es en ese momento cuando es imprescindible la RCP (reanimación cardiopulmonar). «Lo que está claro es que sin desfibrilador la mayoría de las paradas que salen adelante no saldrían sin el aparato. Podemos estar haciendo reanimación cardiopulmonar durante horas, pero si no tenemos un desfibrilador que sea el que revierta la arritmia maligna la persona no sobrevivirá. El desfibrilador es la prioridad, pero a partir de ahí lo importante es la RCP, si no tampoco sirve de nada el desfibrilador. Es la combinación de ambos lo que salva vidas», remata Miguel Fallanza.

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