La concertada pide mejoras laborales y retributivas

Varias voces se repartieron el trabajo de la lectura de los puntos en fricción contra el Ejecutivo. Gonzalo González, secretario de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza en La Rioja, demandó un «diálogo solicitado desde el 14 de diciembre en el que pedimos que se atiendan nuestras peticiones y se dignifiquen las condiciones laborales de los trabajadores para contribuir a la mejora de la atención del alumnado». Alejandro Vesga, de USO Rioja, abogó igualmente por «una reunión de la mesa sectorial debido al recorte del 4,8% de la asignación para la educación concertada».

Asimismo, las demandas de los trabajadores de la educación concertada hablaron de «falta de disposición al diálogo de los interlocutores del Gobierno», y enfatizaron esa tirantez en la presidenta Andreu y el consejero Uruñuela, a quienes acusaron de «promover fricción entre los centros cuando antes había convivencia». La mejora de las condiciones laborales fue uno de los lemas más coreados. «Veinticinco horas de tiza es una paliza», coreó el grupo reunido. «Menores retribuciones, mayor carga lectiva y peores condiciones de cotización frente a trabajadores de la pública», son otros de los puntos que emanaron de la plataforma reivindicativa. Análogamente censuraron que la «aprobación apresurada de la Lomloe es otro atropello al dejarnos inermes ante el incremento de la conflictividad en las aulas».

En respuesta a esta concentración, el consejero de Educación, Pedro Uruñuela, consideró que los datos de escolarización y los acuerdos alcanzados sobre diferentes temas en la comisión de conciertos «contradicen» la actitud de esta plataforma. De hecho, afirmó que «pueden responder a otros intereses que no son meramente educativos». La relación de trabajo en el día a día con los centros concertados y sus representantes es «la correcta y la normal», aseguró. «Están en su derecho» de manifestarse, dijo Uruñuela, que se sorprendió al enterarse de esta concentración.