Cataluña cierra los bares y restaurantes y limita al 30% el aforo de los comercios

Se trata, según han señalado las autoridades sanitarias, de reducir al máximo la interacción social. Hasta la fecha, el sector de la hostelería en Cataluña podía abrir aunque con limitaciones. No había servicio de barra, el aforo era más reducido y había que mantener una distancia entre mesas. No obstante, a pie de calle, cada uno cumplía a su manera las medidas restrictivas. El Govern ha adoptado esta medida en contra de la opinión del Ayuntamiento de Barcelona, que la ha calificado de «desproporcionada» y sobre todo del sector, que ya ha anunciado que acudirá a los tribunales para intentar revocarla. Además, el Govern ha decidido reducir la actividad de los comercios al 30%. Los centros comerciales, gimnasios, cines y teatros también verán limitada su actividad. Las ferias estarán prohibidas y los parques cerrarán a las 8 de la tarde para evitar los botellones. Todas estas medidas entrarán en vigor la noche del jueves al viernes.

El Govern trata de de anticiparse al rebrote más severo de la pandemia. Asegura que no le temblará el pulso para adoptar medidas más drásticas, pero también ha exhibido en los últimos días una cierta confusión. Y es que el cierre de los bares llega solo una semana después de que el Gobierno catalán decretara la reapertura de las discotecas, decisión que tumbó en solo 24 horas. «Hay que actuar lo antes posible», ha afirmado el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès. «Estamos en un momento excepcional, en un momento difícil y complicado, hace falta tomar medidas excepcionales», ha justificado. «Tenemos cifras muy preocupantes y hay un riesgo extremadamente alto de rebrote», ha asegurado.

Así, el ratio de contagios es de 279 por cada 100.000 habitantes de media en toda Cataluña. Aragonès ha reconocido que son medidas dolorosas con impacto social y económico, pero a su juicio es necesario reducir al máximo la movilidad y limitar las relaciones sociales. El Govern ha marcado distancias respecto a quienes tratan de combatir la pandemia haciendo una «guerra política o guerra de banderas» «como hemos visto no muy lejos de aquí». Aragonès ha explicado que el Ejecutivo catalán aprobará el próximo martes una dotación inicial de 240 millones de euros para acompañar al sector «en este esfuerzo colectivo». El Govern ha pedido sacrificios y corresponsabilidad a la ciudadanía. En 15 días, la administración valorará si levanta las restricciones o las mantiene. El objetivo, ha señalado el Ejecutivo autonómico, es evitar el colapso sanitario. «Hay que hacer sacrificios en nuestra cotidianeidad», según el presidente en funciones de la Generalitat. Aragonès ha comparecido junto a los consejeros de Presidencia, Salud e Interior.

De momento, el Gobierno catalán descarta pedir el estado de alarma, aunque asegura que no tendrá problema en solicitarlo si lo considera oportuno, y descarta también decretar confinamientos perimetrales, como los de Lleida o Igualada anunciados meses atrás. Además del cierre de bares, el Gobierno catalán ha cancelado todas las competiciones deportivas (salvo las profesionales), tanto federadas como escolares, durante los próximos 15 días. El Govern ha recomendado asimismo a los empleados que puedan que vuelvan a teletrabajar y las clases universitarias se impartirán de manera telemática. En la medida de lo posible, el Ejecutivo catalán pide a la población que no salga de casa.

Las cifras en Cataluña cada vez son más preocupantes, aunque están aún lejos de zonas más castigadas como Madrid. La Consejería de Salud ha reportado esta mañana 1.620 casos nuevos y 23 nuevos fallecidos. La cifra de fallecidos total se sitúa en 13.536. En estos momentos hay 1.024 pacientes ingresados, 40 más que ayer. De todos ellos, 189 pacientes se encuentran ingresados en la unidad de cuidados intensivos (UCI), 17 más que en el balance anterior. La tasa del riesgo de rebrote ha subido: el martes alcanzaba un nivel de 338,49 y, 24 horas después, está en 362,16.