Yolanda García y Rodrigo Marcos abrazándose durante su encuentro. José C. Castillo

Encuentra al salvador de la vida de su madre a través de Facebook

Yolanda García pudo reunirse y abrazar al joven bombero Rodrigo Marcos para agradecerle que asistiera a su progenitora cuando sufría una reacción alérgica tras su primera sesión de quimioterapia

Laura Negro

Valladolid

Domingo, 4 de mayo 2025, 09:35

Hay gestos que no necesitan capa ni uniforme para ser heroicos. A veces, basta con estar en el lugar justo en el momento más crítico ... y tener la templanza suficiente para saber cómo actuar. Eso fue lo que hizo Rodrigo Marcos, de 23 años, un bombero del Servicio de Extinción de Valladolid, cuando se encontraba fuera de servicio.

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Todo ocurrió el pasado viernes, 27 de abril, a pocos metros de la entrada del Hospital Río Hortega de Valladolid. Eran alrededor de las cinco de la tarde cuando Yolanda García salía del hospital junto a su madre, Amparo González, que acababa de recibir su primera dosis de quimioterapia por una recidiva de cáncer de colon. Acababan de subir al coche cuando todo se precipitó. «Mi madre empezó a decirme que no podía hablar, que se ahogaba, que sentía que algo no iba bien», relata Yolanda conteniendo la emoción. «Se tiró del coche, y se arrastró por el suelo buscando aire… Fue espantoso».

En ese instante de pánico e de impotencia, entró en escena Rodrigo, que había salido a correr por la zona. «Estaba entrenando cuando vi a dos mujeres sujetando a una tercera que parecía tener dificultades para respirar. Me giré para ver si necesitaban ayuda. Me dijeron que sí. Me senté con ellas en el suelo, traté de mantener la calma y que su madre respirara mientras llegaban los servicios médicos», relata este joven a este periódico.

Estaban a las puertas del hospital, pero la ambulancia no llegaba y cada segundo que pasaba era más eterno para Yolanda. Rodrigo corrió a por una silla de ruedas para trasladarla rápidamente a urgencias. Afortunadamente todo acabó bien. Amparo fue atendida y se ha recuperado favorablemente.

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La historia pudo haber acabado ahí, pero la gratitud tiene memoria y Yolanda se sentía en deuda con aquel joven que había socorrido a su madre. «Yo solo pensaba en encontrarle para poder darle las gracias. Mi madre no paraba de hablar de él, de lo importante que fue su tranquilidad y el apoyo que le dio en aquellos momentos», recuerda Yolanda. Así que se decidió a escribir una publicación en el grupo de Facebook 'Barrio Delicias Valladolid. El único' con la ilusión de que alguno de sus vecinos conociera al «misterioso salvador».

Y ocurrió. Fueron muchos los comentarios que recibió su publicación. Entre ellos hubo uno en especial. Lo escribía Enrique Marcos, el padre de Rodrigo, que decía: «Nos alegramos de que esté bien, ese chaval es mi hijo Rodrigo». Yolanda pudo por fin abrazar a Rodrigo y darle las gracias en persona. «De verdad, gracias. Fue un momento angustioso y horrible. Tu ayuda marcó la diferencia. Mantuviste la calma, nos ayudaste sin dudarlo y me hiciste sentir que no estaba sola», le dijo ella entre emocionada.

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Rodrigo, discreto y con la humildad que caracteriza a los grandes, quitó importancia a su gesto. «No hice nada que no pudiera hacer otra persona. Simplemente estaba allí y supe cómo actuar. Me alegro de que todo saliera bien», respondió. Yolanda insistió en que su actuación aquel día será algo que ni ella, ni su madre, ni el resto de su familia, olvidarán nunca. «Mucha gente mira, pero no todos se implican como hiciste tú. Todo salió bien gracias a ti. Aquel día no pude darte las gracias y hoy estoy encantada de poder hacerlo en persona y también en nombre de mi madre. Te felicito por tu tranquilidad. Me encanta saber que eres bombero y pensar que gente como tú se ocupa de nosotros», le decía ella.

Rodrigo, con esa tranquilidad que destacaba Yolanda señaló que para él también fue muy emotivo el reencuentro. «Ha sido todo un placer conocerla, pero de verdad, que tampoco hice nada extraordinario. Por mi trabajo de Bombero estoy acostumbrado a este tipo de situaciones. Sabía como actuar y estaba tranquilo. Lo más importante de todo es que Amparo se encuentra bien. Eso me hace sentir feliz y orgulloso», concluye este joven.

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