Una protesta en Belém, donde se celebra hasta el próximo día 21 de noviembre la 30 Cumbre del Clima. Reuters

Los datos desinflan un año más la promesa de los países de reducir sus emisiones de efecto invernadero

El balance anual del CO2 emitido a la atmósfera confirma una subida similar a la de 2024, con las de EE UU a la cabeza

Jueves, 13 de noviembre 2025, 01:04

Los datos diluyen una vez más la promesa global de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), responsables directas del calentamiento global del ... planeta, debido a su acumulación constante en la atmósfera desde que comenzara la era industrial. Un año más, la gráfica sigue dibujando un trazado ascendente para marcar un nuevo récord histórico. En 2025, el balance realizado sobre el principal GEI, el dióxido de carbono (C02), revela que, cuando acabe el año, la atmósfera habrá recibido 38.100 millones de toneladas más de este gas fósil, un 1,1% más que en el anterior 2024. Así, se calcula que la concentración de CO2 en la atmósfera alcance las 425,7 partes por millón (ppm) este año, un 52% por encima de los niveles preindustriales.

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No es un incremento desorbitado, por lo que podría decirse más bien que la lucha contra la crisis climática experimenta una desaceleración. Ahora bien, esta pausa aleja de nuevo el ansiado pico, el punto de inflexión a partir del cual se toque techo y comience a descender la factura global de gases.

Esta es la principal conclusión que publica hoy la organización Proyecto Global del Carbono (GCP, por sus siglas en inglés), una entidad que aglutina a unos 130 científicos y representantes de una treintena de instituciones internacional, que colaboran cada año de forma voluntaria para dibujar el atlas mundial del carbono y publicar el balance de lo emitido y lo absorbido por los sumideros naturales, esto es, océanos y masas forestales. Cada año dan a conocer su diagnóstico en el marco de la Cumbre del Clima, que se celebra estos días en el estado brasileño de Belém, y una vez más no podrán dar la noticia de que estas emisiones empiecen a dar un paso atrás.

Factores para la mejora

Aún así, no se muestran del todo pesimistas en la acción de los gobiernos contra el cambio climático. «Estamos seguros de que este hito se dará antes de que acabe esta década», declaró Pep Canadell, director ejecutivo del GCP, durante la presentación organizada por el SMCEspaña.

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Para que este momento llegue, tienen que confluir factores tales como un despliegue mayor de las energías renovables, un menor uso de los combustibles fósiles y, sobre todo, una demanda de energía global que puedan compensar las primeras, las llamadas energías limpias. Hoy, reconocen los científicos del GCP, «la descarbonización de los sistemas energéticos avanza en muchos países, pero no es suficiente para compensar el crecimiento de la demanda energética mundial».

EN DATOS

52% Incremento

Es la diferencia del CO2 acumulado en la atmósfera con respecto a la era preindustrial.

1,1% Subida

Es el incremento en la emisión de dióxido de carbono arrojado a la atmósfera de forma global en 2025.

13% Estados Unidos

Es el porcentaje del total de emisiones globales que corresponde a los estados norteamericanos, que en 2025 incrementaron casi un 2% su factura.

El informe reconoce el esfuerzo de muchos países para combatir el cambio climático. «Son visibles», valoran. 35 países –que en conjunto representan el 27% del total de las emisiones de CO2– han logrado reducir sus emisiones al tiempo que impulsan sus economías, el doble que hace una década, y se ha avanzado en reducir la dependencia de los combustibles fósiles en muchos lugares. Pero todo esto, «es aún demasiado frágil» para que se traduzca en la reducción de las emisiones globales que se necesitan.

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El objetivo de París, dado por perdido

Con este panorama, los científicos de del GPC refrendan lo dicho hace unos días por los expertos de la ONUpara el cambio climático (Unep): el objetivo de mantener la temperatura global del planeta por debajo de los 1,5º de calentamiento, marcado por los Acuerdos de París hace ahora diez años, se antoja hoy irreal. «Ya no es factible», sentenció el profesor Pierre Friedlingstein, del Instituto de Sistemas Globales de Exeter, director del estudio.

A la vez que la falta de ambición de los estados, con países como Estados Unidos a la cabeza de los más contaminantes, en un año de negacionismo trumpista en el que se recuperó la quema de carbón para el sistema energético –y con un 1,9% de subida de emisiones–, hay que sumar que el cambio climático ya está «reduciendo la capacidad de los sumideros».

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Por ejemplo, el efecto combinado del cambio climático y la deforestación han transformado los bosques tropicales del sudeste asiático y Sudamérica, que antes eran sumideros de CO2, en fuentes de este gas. Los océanos también pierden capacidad con cada grado que suben de temperatura.

España se estanca y China da la sorpresa

El estudio del Proyecto Global de Carbono (GCP), a falta de datos de 2025, confirma el estancamiento de España en su objetivo de reducir emisiones durante el anterior 2024, coincidiendo con lo revelado la pasada semana por el Instituto Nacional de Estadística. Ese crecimiento de casi el 2% en el balance de emisiones se explica, valoró Canadell, en la «excesiva dependencia del petróleo» que muestra nuestro país en el sector transporte. Esto lastra los buenos resultados de las renovables en la producción de energía. Estas tecnologías han demostrado su eficacia en casos como el de China, que da la sorpresa este año en el balance global de emisiones, con un crecimiento tan escaso –0,4%–, que los científicos creen que incluso podría ser negativo, por primera vez, cuando acabe 2025. En estos resultados también tiene algo qué decir el éxito de las estrategias de reforestación nacional.

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