Un lujo a su alcance

CRÍTICA DE MÚSICA ·

Miércoles, 20 de octubre 2021, 02:00

Poco tengo que añadir a la crítica que hice hace tres años en estas páginas con motivo del estreno en Logroño de esta peculiar ópera. ... La titulé 'Formidable representación' calificándola como «un sorprendente lujo... exportable a cualquier escenario europeo». En esta reposición también han sido sus intérpretes la soprano norteamericana Ashley Bell y el actor David del Rey, habiendo cambiado el pianista y director musical por el jovencísimo Sergio Martínez Zangróniz con un extraordinario resultado. La producción escénica de Antón Armendáriz mostraba notables mejoras y sigue sorprendiendo su audacia al desdoblar la versión original en francés cantada por la soprano (se trata de un monólogo o más exactamente un melólogo) con la actuación paralela de un actor recitando e interpretando el texto de Cocteau traducido al español, reflejadas ambas en un espejo situado en el centro del escenario.

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Me asombra pensar que un espectáculo tan potente y arriesgado como es dar vida a esta difícil ópera contemporánea (Poulenc la estrenó en 1959 en la Sala Favart de París) se haya gestado en Logroño, para triunfar en Nueva York y me duele la respuesta tibia de la hipotética afición lírica riojana, con una mediana asistencia.

Entiendo que la música contemporánea puede no ser grata a todos y que esta ópera carece de bellas arias melódicas como las de Verdi, Mozart o Puccini, pero a cambio tenemos un lenguaje directo con una música aferrada al texto y a la acción teatral: son 40 minutos de vigoroso canto sin descanso para una única cantante (no hay papel de soprano en las óperas tradicionales que se acerquen ni de lejos a ese tiempo y mucho menos sin descanso), una proeza que ha tentado a ilustres sopranos, algunas ajenas a este tipo de repertorio, como V. Zeani, R. Scotto, J. Norman, R. Kabaiwanska, Galina Vishnevskaya o Magda Olivero, y en España la han cantado María Bayo, Ángeles Blancas y en breve la debutará Ainhoa Arteta en Bilbao.

Ciñéndonos a la función, destaca la interpretación de la soprano Ashley Bell, adaptada a la vocalidad de Poulenc, con un rico centro, graves sólidamente apoyados y brillante registro agudo además de excelente dicción en francés, por no hablar de sus dotes escénicas: una versión de categoría. El actor David del Rey palidecía a su lado, aun siendo su interpretación buena: es duro dar vida y variedad de expresión a un largo monólogo con un teléfono en la mano, pero dio muestras de un buen trabajo. Sorprendente la frescura interpretativa del joven pianista y director Sergio Martínez Zangróniz que aportó muchas de las excelencias de esta interesante representación y gran calidad musical. Enhorabuena al responsable, Antón Armendáriz, que siempre anima el mundo lírico logroñés con interesantes y audaces propuestas.

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