'La Fontana de Trevi'
Con el último cambio de denominación de algunas de las calles de Logroño, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica –que, por cierto, ya ... era hora–, ocurre igual que con el manido refrán: «Nunca llueve a gusto de todos». Es singularmente peculiar –y, por qué no, legítima– la petición de los vecinos de la plaza Alférez Provisional, quienes, ante el nuevo nombre de plaza Diversidad, solicitaron en el pleno del jueves que pasara a ser plaza Fuente Murrieta.
Los que ya peinamos canas recordamos que durante décadas, dicho ágora era jocosamente conocida por los logroñeses como la 'Fontana de Trevi'. Siendo alcalde capitalino Fernando Trevijano, la firma barcelonesa 'Enclavamientos y Señales' construyó la popular fuente, sobre un proyecto de Juan Catalá, e inaugurada el 12 de febrero de 1962. Y si bien sus creadores la bautizaron como 'La fantasmagórica', debido al efecto espectral que ofrecían sus chorros de agua iluminados por luces de colores, la propuesta no tuvo ningún éxito.
A imagen y semejanza de la fuente más popular de Roma, y como había sido impulsada por el alcalde Trevijano, algún chistoso la motejó como 'La Fontana de Trevi' y entre los ciudadanos cuajó la ocurrencia.
Nada que ver con la monumental fuente barroca –de idéntico nombre– diseñada por Leon Battista Alberti y en la que Anita Ekberg y Marcello Mastroianni se daban un baño en una de las escenas más icónicas de la historia del cine. De hecho, 'La Dolce Vita' (1960), obra maestra de Federico Fellini, no se estrenaría en España hasta veinte años más tarde.
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