Diada 2025: «El día del orgullo» 'indepe'

La protesta ya no es lo que era, cuando conseguía reunir a cientos de miles de personas y condicionaba la agenda del Govern y de los partidos en pleno 'procés'. Ahora llega en un momento muy bajo para el movimiento secesionista: hace un año que ha perdido el Govern y la mayoría en el Parlament, la división entre los partidos y entre las formaciones y las entidades sociales va en aumento y mientras ERC y Junts pactan con el Gobierno central, crece la extrema derecha independentista de Aliança Catalana.

El presidente de la ANC, Lluís Llach, ha llamado a la unidad y a convertir la Diada en el «día del orgullo» independentista. «En la fiesta de los que nos sentimos catalanes sin complejos», ha señalado en una rueda de prensa en Barcelona. Para Llach, España, ya sea de derechas como de izquierdas, trata a Cataluña como a una «colonia». «Antes con dictadores, ahora con su pervertida democracia», ha asegurado.

A los partidos independentistas, Llach les reclama que «abandonen el autonomismo» y se dediquen a trabajar por la secesión. A su juicio, el Estado está en un momento de debilidad y lo que deberían hacer ERC y Junts, a su entender, es «no reforzarlo», es decir deberían dejar de seguir dando apoyo al Gobierno. Y sobre todo, les ha pedido que dejen ya los insultos.

El año pasado, Llach se vio envuelto en la polémica, después de que en un principio no cerrara la puerta de la manifestación a Aliança Catalana, partido ultra islamófobo que tiene dos diputados en el Parlament y que va en ascenso (el último CEO afirmaba ayer que podría llegar a los 11 escaños a costa de Junts). El presidente de la ANC ha asegurado este viernes que «todo independentista» que vaya a la manifestación será «bienvenido, vote lo que vote». Otra cosa distinta es Aliança Catalana como partido, que según Llach «vulnera los derechos humanos». Por tanto, sus votantes serán bien recibidos en la protesta pero no las siglas ni los dirigentes, que realizan según las entidades organizadoras de la Diada «discursos de odio». «Reivindicamos un catalanismo inclusivo», «queremos combatir los discursos de odio y de discriminación que nos quiere fracturados como sociedad», ha asegurado Xavier Antich, de Òmnium. Según Antich, el movimiento independentista debe dejar de mirar al pasado y debe construir hegemonías para coger la iniciativa.