Una conducción más segura
Los fabricantes trabajan en el diseño de sistemas anti atropellos
PPLL
Lunes, 13 de octubre 2014, 13:45
Los 'gadgets' de alta tecnología que te ayudan a evitar a un peatón imprudente que cruza en plena calle, a hacer un aparcamiento perfecto o saber, exactamente y en tu smartphone, los kilómetros que has recorrido desde que se inició el desplazamiento vacacional compiten en el Salón Mundial del Automóvil en París.
Los fabricantes presentes en el salón, que estará abierto al público hasta el próximo 19 de octubre, parece que se han embarcado en una carrera para ver quién ofrece más equipos tipo James Bond con el doble objetivo de reducir los riesgos de la conducción y descargar al automovilista de un máximo de tareas aumentando las comodidades para el conductor y poniendo a su disposición un número cada vez mayor de sistemas de ayuda.
«Llegamos a un punto en que todas estas altas tecnologías juntas van hacia vehículos capaces de una conducción cada vez más automatizada», confirma Ian Fletcher, analista de IHS Automotive.
En uno de los stands, Volvo presenta la última versión de su XC90 lleno de sensores y pantallas previstos para facilitarle la vida al conductor y alejarle lo máximo de los posibles peligros que se encuentra al volante.
«Es quizá el coche más seguro de la Tierra en este momento», dice Dennis Nobelius, director del proyecto XC90, al mostrar un dispositivo directamente en el parabrisas que le permite al vehículo detectar un peatón y evitar atropellarlo.
Sistemas anticolisión
Hace ya años que los fabricantes tratan de pergeñar fiables sistemas anticolisión con peatones o animales, que son los más difíciles de ver ya que pueden realizar cambios de dirección súbitos.
Ford propone también un sistema-vivienda, basado en cámaras integradas y radares para detectar peatones y un algoritmo muy sofisticado que calcula la probabilidad de que cruce en la trayectoria del coche.
Si todo indica que el auto se dirige inexorablemente hacia el peatón imprudente, se envía rápidamente una señal sonora y visual al conductor. Y si el conductor la ignora o no la ve, el vehículo frena automáticamente.
«La industria automovilística trata de reducir los accidentes al mínimo y los gobiernos también maniobran en esta dirección», dice Thomas Lukaszewicz, jefe de investigación sobre «seguridad activa» de Ford Europa.
Los centros de pruebas independientes ya no se contentan con detectar si el coche tiene una buena resistencia a los choques o si sus equipos de seguridad tipo ABS (antibloqueo de las ruedas) o airbags son eficaces. Ahora buscan la seguridad activa, es decir, todos los dispositivos que le permitan al conductor evitar un accidente.
El Volvo XC90 tiene sensores en la parte trasera que ven llegar un vehículo demasiado rápido y accionan los faros posteriores para alertar al automovilista al tiempo que tensan el cinturón de seguridad para limitar la onda de choque. Los asientos también están dotados de un sistema que les hace inclinarse hacia atrás para evitar el golpe en la nuca en caso de impacto posterior.