«Simpatía, calidad y un precio razonable»
Macedonia es una tienda de barrio, de las que quedan pocas, con producto local y trato agradable
Soledad Loza Lozano asegura que lo que hace es algo muy normal, pero en realidad lo que hace cada vez es menos habitual. Suya es ... la tienda de alimentación Macedonia, situada en el barrio Cascajos, un auténtico comercio de barrio, abierto en días festivos y con un horario amplio en el que encontrar de todo para comer, desde frutas y verduras, conservas, charcutería al corte, bebidas, pan, repostería y alguna que otra chuchería. Compró el local hace 18 años, por invertir, y con la indemnización del despido de Simago, donde trabajaba, decidió abrir la tienda cuando todavía tenía enfrente los depósitos de la bodega Savin (Campo Viejo). Entonces Cascajos era una zona en construcción y el ferrocarril no se había soterrado. Fue una apuesta acertada pero a largo plazo.
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Descendiente de una familia de ganaderos de Navarrete e hija de la propietaria de una huevería en el pueblo, decidió ponerse por su cuenta siendo autónoma. «Nos gustó esta zona, aunque cuando empecé esto estaba lleno de empresas. Ahora ha cambiado mucho y se nota», explica Soledad Loza, que supo ver la oportunidad en esta zona de expansión de la ciudad. No obstante, para competir y sobrevivir a las grandes superficies ofrece un horario muy amplio de apertura, de 9 a 15.30 y de 17.30 a 21.30 horas, abriendo, no los domingos, pero sí los festivos.
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Nombre Macedonia.
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Dirección calle Juan Boscán, 3, de Logroño (barrio de Cascajos).
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Sector alimentación (frutas, verduras, conservas, pan, repostería, charcutería...).
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Horario de 9.00 a 15.30 y de 17.30 a 21.30 horas (abierta festivos pero cerrada sábados por la tarde y domingos).
«Tengo mucha clientela que son policías, personal del hospital, funcionarios... que vienen cuando terminan sus turnos. Pero también funciona mucho el embutido, porque lo cortamos en el momento, no está envasado al vacío como en los supermercados y eso mucha gente lo prefiere para hacerse sus bocadillos, sobre todo los trabajadores», detalla Soledad. Además, el producto es de calidad. «A ser posible, todo producto nacional, y la fruta y la verdura de aquí, aunque si está fuera de temporada tiene que ser de fuera», explica.
Otra cosa que destaca, y mucho en Macedonia, es la atención, el trato agradable con el cliente. Acude un octogenario a comprar naranjas y, además de tratarle de «nene», le atiende en la puerta porque su movilidad reducida le dificulta la entrada; o entra una mujer a hacer la compra diaria y le llama «cariño», aunque puede que sea la primera vez que la vea. Siempre es afectuosa y simpática. «Soy así, ¿por qué vas a ser borde? Si yo quiero que la gente venga y vender...», expone, si bien es cierto, reconoce, que a veces la gente le supera.
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Tiene de casi todo, pero admite que ha habido productos que no le han funcionado y ha retirado, como las cajas de puré de verdura. Sin embargo, cuenta, por ejemplo, con pan de pueblo (Nalda), huevos ecológicos del valle de Ocón, repostería artesanal de Logroño... «Lo que más me funciona es la charcutería al corte», señala Soledad, cuyo secreto, confiesa sincera, es simpatía, buena calidad y un precio razonable.
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