Gracias a ellos, todo vuelve a brillar
Antes de amanecer, los equipos de Logroño Limpio recorren las capital riojana durante las fiestas de San Mateo para recoger residuos, baldear y mantener las calles en óptimas condiciones
Juan Marín del Río
Logroño
Martes, 23 de septiembre 2025, 20:06
Poco antes de amanecer, cuando la mayoría de logroñeses todavía duermen, el Casco Antiguo despierta de otra forma. Son las 6.30 horas en plenas ... fiestas de San Mateo y, mientras las calles todavía huelen a calimocho –y algunos rincones a otros aromas más desagradables–, una silenciosa brigada de barrenderos y baldeadores comienzan su labor. Gracias a los trabajadores de Logroño Limpio, en apenas unas horas todo queda limpio y el programa de fiestas, con infinidad de actos por toda la ciudad, puede continuar como si nada hubiera pasado.
Publicidad
Con el Parque Municipal de Limpieza ubicado en el Polígono Industrial La Portalada II, Logroño Limpio coordina un dispositivo que se apoya en tres lonjas repartidas por la ciudad —–en las calles Luisa Marín, Beratúa y Somosierra– donde guardan todo el material necesario. La clave para que cada amanecer de San Mateo las calles vuelvan a lucir como nuevas es, según Laura Corres, encargada de limpieza, «la coordinación de todos los peones».
En estas fechas, el equipo de limpieza se refuerza hasta alcanzar los 120 trabajadores. «Desde cada lonja salen unos treinta peones, cada uno con su carrito, y organizados por zonas se encargan de que todo quede impecable», resume Corres. Estos carros llevan todo lo imprescindible para la faena: pala, escoba, escobín, cubo, cunacho y bolsas de basura para los barrenderos; manguera, disipador y conos –además de pala y escobín para recoger los últimos residuos– para los baldeadores, responsables de 'manguear' las calles y devolverles su brillo antes de que la ciudad despierte.
Noticia relacionada
El trabajo de Logroño Limpio en San Mateo
«A cada lonja le corresponden varias calles. Lo primero que hacen los peones al salir es vaciar las papeleras y los contenedores, además de revisar que su entorno quede limpio. Si detectan una gran acumulación de hojas caídas, avisan para que otro compañero realice un soplado», indica Corres. Para acabar con los últimos malos olores que el agua a presión de los baldeadores no ha podido arrastrar, el equipo de Logroño Limpio rocía «manualmente un producto similar a un ambientador» que no solo perfuma sino que también actúa como desengrasante y desinfectante.
Publicidad
«Lo que más rabia me da –admite la encargada– es que, cuando acabamos de dejar una calle impoluta, siempre hay quien la vuelve a ensuciar en cuestión de minutos: vasos tirados, restos de comida, salsas de kebab de aquellos a los que les entra el hambre en la madrugada...», lamenta. «Eso hace que algunos piensen que no hacemos bien nuestro trabajo, cuando en realidad hemos estado allí hace apenas un momento». Su reflexión resume el reto que Logroño Limpio afronta a diario. No solo se esfuerzan en devolverle el brillo a la ciudad cada amanecer, sino que también quieren concienciar a los vecinos para que el esfuerzo de estos profesionales dure más allá de las primeras horas del día.
Maquinaria especializada
La basura no es el único desafío para estos profesionales. Logroño amanece con decenas de manchas que el material de los barrenderos y baldeadores es incapaz de eliminar. Vómitos, excrementos de aves u otras extrañas sustancias suponen un reto para Logroño Limpio, que despliega sus vehículos especializados para asegurar la limpieza total de la vía. «Tenemos las furgonetas 'hidros' –con hidrolimpiadora–, con un depósito de agua y una manguera a presión; otras furgonetas de apoyo para llevar herramientas, que también traen acoplada una 'hidro' y las baldeadoras –máquinas–, que lanzan chorros de agua por delante», dice la encargada de limpieza.
Publicidad
Baños portátiles y orina
En zonas como la Plaza del Mercado, los baños portátiles sufren un uso inadecuado ya que muchos orinan dentro, y fuera de la cabina. Cuando los peones llegan a primera hora, el hedor es «intenso y desagradable», algo que con una pequeña dosis de civismo y empatía por parte de aquellos que trasnochan sin pensar en quién limpiará las calles, podría cambiar de forma radical.
El reto del día del cohete
Durante la jornada del cohete, Logroño se volvió a convertir en el epicentro de la fiesta. El tradicional comienzo de fiestas congregó a cerca de 50.000 personas en el centro de la ciudad, que vivieron una jornada intensa de música, peñas y ambiente festivo. Como cada año, la otra gran protagonista fue la limpieza, un reto que se multiplica durante estas fechas. Según datos de la UTE Logroño Limpio, a lo largo de la jornada se recogieron 109 toneladas de residuos, tanto en el suelo como en los contenedores extraordinarios colocados para la ocasión. La cifra contrasta con la de cualquier otro fin de semana del año, cuando se recogen alrededor de unas 80 toneladas. El pasado sábado se realizaron hasta 200 jornadas de trabajo, con varios peones que trabajaron mañana y tarde para garantizar que las calles amanecieran en condiciones. «La planificación es clave. Organizamos turnos dobles para que el dispositivo no parase en ningún momento», señala José Ramón Bartolomé, el gerente de esta UTE. Gracias a este esfuerzo extra, las zonas más concurridas recuperaron la normalidad en tiempo récord. Uno de los aspectos que más positivamente valoran los responsables del servicio es el comportamiento ciudadano, que pese al consumo de alcohol, pudieron trabajar sin inconvenientes. «No hubo incidentes ni enfrentamientos con los peones. La gente respetó el trabajo del equipo de limpieza y eso nos permitió avanzar sin interrupciones», destaca la encargada Laura Corres. El gerente de la UTE subraya además un cambio en la naturaleza de los residuos recogidos. «Hace algunos años predominaba el vidrio, que al pesar más incrementaba las cifras totales, mientras que hoy se recoge mucho más plástico. Antes pinchábamos tres ruedas de media, ahora solo una», bromea. Aun así, el responsable asegura que «se recogen muchos más kilos que antes», una señal de que la participación y el consumo durante las fiestas mateas continúan creciendo.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión