Un puñado de innovadores y bailongos se reunió este jueves en la plaza Martínez Flamarique para bailar zumba Sonia Tercero

Baile, sudor y fruta en fiestas

A contracorriente ·

La peña La Alegría innova en San Mateo con una clase de zumba y un desayuno saludable

Víctor Soto

Logroño

Jueves, 25 de septiembre 2025, 20:17

San Mateo sabe a grasa y se mueve a paso de peña (brinquito p'alante, brinquito p'atrás). La atracción que siente el logroñés ... por la comida hipercalórica y las coreografías sencillas (Makoki, conocedor del percal, las llamaba 'ecografías' y las explicaba con detenimiento cuando se superaban los tres pasos) está impresa en su ADN. Luchar contra los derivados del cerdo o las frituras resulta imposible durante estos días.

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Pero este jueves, la plaza Martínez Flamarique de Logroño se convirtió en una pequeña aldea de resistencia gala. Los peñistas de La Alegría apostaron por darle una vuelta a las fiestas y programar una clase de zumba y un desayuno saludable. En el programa oficial sonaba a herejía, pero razones no les faltaban. «En un momento donde tanto importa la vida saludable es una forma de reivindicarla», explicaba Pili Dueñas, una de las ideólogas de esta iniciativa. «Además, es una forma de atraer a las nuevas generaciones, que estos últimos años están volviendo a las peñas», añadía.

El druida que con su música y su arte tenía que hacer que todo fluyera era Javi, profesor de zumba. Y lo logró con alegría y desparpajo. «No se había hecho nunca y me animaron. Estoy muy contento de que haya un hueco para el zumba», explicaba.

A mediodía, bajo un sol que apretaba, medio centenar de personas seguía las evoluciones de Javi con más o menos arte, pero con una sonrisa en la cara. Salsa, bachata, pop... la lista de canciones de Javi no daba tregua mientras algunos bailarines buscaban un poco de descanso a la sombra. «Se agradece bastante este tipo de actos», aseguraba Sara Jiménez, una de las participantes, que destacaba el carácter juvenil del zumba y también el posterior desayuno saludable (un vasito de fruta con chocolate) que «permite disfrutar a personas vegetarianas». Andrea Ruiz Pérez no sólo se alegraba por el acto de la peña La Alegría, sino que pedía más. «Esto se merece una plaza grande, el Ayuntamiento o la del Mercado. Seguro que vendría mucha más gente», añadía.

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La corporación no baila

De ronda por los chamizos de los alrededores, hasta la corporación municipal se dejó ver por la clase de zumba. Pero Conrado Escobar no se animó a bailar, pese a estar demostrando una cintura elástica y una innegable capacidad de finta con todo lo que ha pasado antes de los sanmateos. Tampoco sus compañeros de la oposición. Les tocaba rendirse (otro día más) al zurracapote, calamares y choricillos varios.

Los que no dejaron de moverse desde el primer hasta el último minuto fueron Primitivo y Mari Cruz, una pareja que tras 57 años de matrimonio mantiene su pasión por el baile. «Nos ha traído nuestra hija, que también es bailonga, y estamos disfrutando mucho», explicaba Primitivo.

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Exhaustos terminaron los participantes y como premio recibieron esa dosis de vitamina, fibras y minerales. Un subidón energético y también de salud para una iniciativa que quiere consolidarse. Aunque la competencia es feroz. Pero la aldea sana de la peña La Alegría peleará por ello. Sin olvidar el zurracapote o las tortillas de patata, que también se dejaron ver. Una cosa no quita la otra. Que por pasarse de sano tras días de excesos, el cuerpo corre el riesgo de colapsar.

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