La Redonda acoge la Limpieza del Cristo más silenciosa

El silencio y recogimiento han añadido si cabe más solemnidad al acto de la Limpieza del Cristo del Santo Sepulcro que ha tenido tenido lugar esta mañana con la asistencia de un reducido grupo de 64 cofrades y representantes locales, con el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, a la cabeza. Como cada Miércoles Santo, la talla de madera del Cristo abandonaba su urna para someterse a una exquisita limpieza por parte de dos camareras, envuelta de tanto cariño como devoción, aunque en esta ocasión el ritual ha cambiado de escenario por las obras de la Capilla de Los Ängeles. Eran las doce y diez cuando la imagen salía de la Capilla de Valvanera, a la derecha del Alta Mayor, para ser transportada desde el pasillo lateral hasta la cabecera del pasillo central, donde ya se habían acomodado cinco almohadones en la plataforma dispuesta para acogerlo.

El acto apenas ha durado un cuarto de hora y sólo las camareras y cofrades encargados de la limpieza y su conducción han podido tocar la imagen. Luego los protagonistas del ritual han sido los cofrades elegidos para asistir a este acto celebrado a puerta cerrada. Los 64 asistentes han desfilado uno a uno hasta la imagen del Cristo para su veneración, a distancia y sin besar ni tocar la talla.

Una vez concluido este acto en la intimidad, el público, lejos de las aglomeraciones de otros años, ha podido entrar a La Redonda desde la calle Caballerías para salir a continuación por la calle Portales. La imagen se podrá venerar hasta las 18 horas de este miércoles.

Entre los asistentes, público de todas la edades. Asunción, de 86 años, se mostraba emocionada por ser una de las pocas privilegiadas en asistir al ritual de la Limpieza, al que acude desde siempre. «Vengo todos los años, pero esta vez me ha parecido muy especial, todo el mundo ha estado a la altura de las circunstancias, en silencio y sin el jaleo de otros años». «¿Si se cumplen las peticiones? bueno, yo creo que se cumplen las que se tienen que cumplir», afirmaba segura a la salida de la concatedral.

En los últimos bancos, Irene García se sentía especialmente ilusionada de poder pasar con su hija Leah, de tan solo 8 meses, ante la imagen del Cristo Yacente. Su ilusión era pasar alguna medalla o pañuelo, pero es consciente de la necesidad de respetar todas las medidas de seguridad. «Mis tíos son del Sepulcro de siempre y les hacía mucha ilusión que pasara con mi hija. Tenemos que hacernos a la idea de que con el COVID está cambiando todo, pero es importante que se mantengan eventos como este».

Ser uno de los 68 cofrades asistentes y, además, poder hacer el traslado del Cristo desde su urna hasta el altar mayor de La Redonda. Fernando Rico se mostraba especialmente emocionado por poder ser partícipe de excepción en uno de los actos de más tradición de la ciudad. «Después de no haber podido hacer nada el año pasado, tener la oportunidad de sacarlo de la urna, aunque sea respetando las medidas de seguridad y distancia, es muy emotivo». «Recuerdo haber venido desde pequeño a este acto y no hacerlo el año pasado fue como si me faltara algo», se sinceraba esta mañana.

Por la tarde, la Cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores realizará en su sede de Santiago el Real el acto de la celebración del Encuentro, que podrá seguirse a las 20,30 horas en el canal de la Hermandad. https://www.youtube.com/watch?v=rO1GYHGOeq8

Una hora mñas tarde, la Cofradía de Nuestra Señora la Virgen de la Soledad realizará en la concatedral de La Redonda el acto Siete Encuentros con María, que se podrá seguir en el enlace https://www.youtube.com/watch?v=btc7rVdhxPg