Logroño pierde durante la crisis casi 10.000 jóvenes de entre 20 y 40 años
El número de logroñeses censados en el extranjero se ha duplicado entre los años 2007 y 2016 | Lardero y Villamediana absorben parte de esa 'fuga' y sus padrones suman ahora casi 2.000 vecinos con edades entre 30 y 50 años que hace una década no estaban censados allí
logroño. La crisis económica pasa facturas de todo tipo. También, y sobre todo, demográficas. La contracción económica, las cifras de desempleo y la destrucción de empresas fueron el caldo de cultivo imprescindible para que buena parte de la, probablemente, generación más formada del país, pusiera tierra de por medio y buscara una oportunidad en escenarios más prometedores. Si a ese contexto global añadimos el precio de la vivienda, la caída de la inmigración y la marcha de buena parte de los que llegaron en momentos de pujanza y trasladamos todo a la pirámide poblacional de Logroño, el resultado es, diez años después de que la crisis llegara a nuestras vidas, una población más envejecida y la 'desaparición' de casi 10.000 jóvenes de entre 20 y 39 años, una de las horquillas de edad más atractiva desde un punto de vista económico y demográfico, al ser el colectivo 'encargado' de garantizar (o intentarlo) el relevo generacional en la ciudad.
El padrón continuo del INE permite hacer la radiografía de cómo era la población de la capital en el 2007 y cómo es al cierre de una década de crisis, en el 2016. Durante ese periodo la ciudad ha crecido en cifras absolutas de población. Los 145.866 logroñeses de entonces son ahora 150.876, es decir, hay 5.010 vecinos más... Pero esa población es, por un lado, más mayor, y, por otro, ha perdido buena parte de su, digamos, fuerza productiva (y reproductiva).
Hace diez años, en Logroño estaban empadronados un total de 46.344 jóvenes de entre 20 y 39 años de edad (8.849 de entre 20 y 24; 11.949, entre 25 y 29; 13.102, entre 20 y 34; y 12.444, entre los 35 y los 39 años). Desde entonces, de las cuentas del padrón han 'desaparecido' 9.932 jóvenes y el total de vecinos en ese rangos de edad ha caído el 21,43% hasta un total de 36.412 censados. Esas cuatro franjas de edad son, además, las únicas que han perdido población en este tiempo junto a la de menores de 4 años (282 menos) y la de entre 75 y 79 años (223 menos).
Así, tras una década de contracción económica los jóvenes de entre 20 y 39 años de edad han perdido peso específico en el total de la población de la capital y si en el 2007 el 31,8% de los logroñeses formaban parte de ese grupo, ahora menos de 1 de cada 4 cumplen esa condición (el 24,1%).
Salto generacional
Durante este tiempo, aquellos jóvenes de entre 20 y 39 años han ido saltando de grupo de edad para situarse ahora entre los 30 y 49 años. En cifras absolutas son más. Concretamente 314 más, pero hay notables diferencias entre unos y otros hasta el punto de que el INE evidencia que quienes más han sufrido esa movilidad forzosa por causas económicas o laborales son los que hace una década se movían entre los 30 y los 39 años: eran 25.546 y ahora son 24.862, es decir, 682 menos.
¿Dónde están todos esos jóvenes 'desaparecidos'? Parte de la respuesta la ofrece el CERA, el censo electoral de españoles residentes en el extranjero que si bien no desagrega por edad a los censados, sí que certifica que hace una década había 3.347 logroñeses inscritos y que, al cierre del 2016 eran casi el doble: 6.471. La misma conclusión, pero en un rango temporal menor, es la que presenta el padrón de españoles residentes en el extranjero (PERE): en el año 2009 eran 4.285 los riojanos (no solo logroñeses) empadronados fuera de España mientras que al cierre del 2016 eran 8.313.
Pero a la hora de buscar una alternativa no todas las opciones están al otro lado de los Pirineos (o del Atlántico). También la movilidad interior, entre comunidades autónomas, ha jugado su papel con País Vasco, Navarra y Madrid (por ese orden) como principales receptores de riojanos. Sin datos por municipios, el INE asegura que entre enero del 2008 y diciembre del año 2016 se marcharon de La Rioja un total de 37.260 personas. Por contra la región también se configuró como una alternativa interesante para 35.142 españoles, mayoritariamente procedentes de País Vasco, Navarra y Castilla y León.
La emigración inmobiliaria
Y otro de los factores de movilidad de los jóvenes está ligado al ladrillo. En Logroño, en el 2007, el precio del metro cuadrado de las viviendas llegó a los 2.424 euros, según la tasadora TINSA, que hoy lo fija en 993 euros. Comprarse una vivienda se convirtió en una quimera para muchos jóvenes que buscaron su independencia en la 'conurbación' capitalina con Lardero y Villamediana (además de Alberite, Albelda o incluso Viana y Oyón) como principales destinos. Y eso se nota en su padrón.
La generación de larderanos que en el 2007 tenían entre 20 y 39 años estaba formada por 2.675 personas. Ahora, los que cuentan con entre 30 y 49 son 3.632, es decir, casi un millar más. Lo mismo sucede en Villamediana, en donde el incremento es de 826 personas. De manera paralela y frente al tímido aumento de la población menor de edad en Logroño (7,6% en 10 años), la cantera de jóvenes en Villamediana y en Lardero se ha disparado con un repunte del 73,9 y del 46,1%, respectivamente.