El Camino de Santiago en versión infantil

El trayecto ha comenzado, según el alcalde, en «uno de los sitios más bonitos de la ciudad» desde donde se pueden ver las torres más significativas del municipio como la de la Iglesia de Santa María de Palacio. Después, los jóvenes de 4 a 12 años han emprendido el camino en fila india hasta cruzar el puente de Piedra y adentrarse en el camino de baldosas amarillas de la calle Ruavieja, la más antigua de Logroño. Allí Soldevilla ha explicado que se encuentra la pequeña ermita de San Gregorio Ostiense donde los primeros sábados de mes se cuenta su historia.

Se respiraba ilusión y ganas de aprender sobre qué es eso que sus padres llaman Camino de Santiago. Mateo, uno de los niños, ha dicho que lo único que sabe es que los que realizan este trayecto se llaman «peregrinos». Manuela y Vega, dos amigas de la ludoteca La Peonza, creen que es algo para «gente que le gusta andar». En cambio Ibai, de 7 años, sabe que «es un camino que hizo un hombre» y que acaba «muy, muy lejos». Alba Ibarguren, una de las monitoras de la ludoteca de Lobete, ha contado que los niños «llevaban toda la semana esperando a este momento con muchas ganas».

Para descansar en este paseo, han entrado al albergue municipal para escuchar un cuento que habla de la experiencia de dos niños haciendo un fragmento del Camino y con moraleja: «Porque no importa cuánto camines, sino cómo lo haces». Seguido de esto, han realizado una actividad lúdica de pintar conchas de papel y ponerle una bandera de La Rioja de tela. Esto ha sido lo que más le ha gustado a Manuela de la jornada.

En cuanto han acabado se han acercado a la última parada, la iglesia de Santiago, para poder visitar su torre de 40 metros, recientemente restaurada y que estará abierta al público a partir de la semana que viene. Este proyecto forma parte de la estrategia 'Red de miradores' que desarrolla el Ayuntamiento de Logroño, ya formada por observatorios en El Cortijo y en la concatedral de Santa María de la Redonda, y próximamente en la iglesia de San Bartolomé.

Escobar ha destacado que «Logroño vive el Camino de Santiago como parte de su identidad y lo pone en valor con proyectos como este que combinan patrimonio, cultura y ciudad para mejorar la experiencia del peregrino». Por ello, también han actualizado la señalética del recorrido, van a rehabilitar el segundo Fielato y abrir la cafetería de La Grajera.

Al bajar, los pequeños han disfrutado de un merecido almuerzo en la plaza de la Oca después de haber subido los 220 escalones hasta el mirador de la iglesia para dar por finalizada la excursión.