Vuelve el bloque, falta la individualidad

No tuvo ninguna situación comprometida a lo largo de los noventa minutos. No necesitó intervenir en ningún momento.

No se prodigó mucho en ataque, apenas nada, pero mantuvo firme su posición en el lateral ante la amenaza de Marc Mateu, uno de los jugadores más desequilibrantes del Castellón.

Algún error en la salida de balón dio alas al Castellón, muy pobre en ideas de ataque. Por contra, el central se mostró poderoso en el área del rival, pero se topó con la madera de la portería. Y por dos veces.

Buen partido el del riojano. Era interesante ver cómo se comportaba tras su acción ante el Cartagena. Valiente a balón parado y seguro en la zaga. Aun así, debe tener cuidado con el balón cuando su equipo sale jugando.

Más defensa que ataque, pero a pierna cambiada su salida por la banda es casi nula y siempre juega el balón por dentro. Cumple, aunque es mucho más brillante por la derecha.

Partido muy completo del argentino, trabajando defensivamete y aportando apoyo en la salida de balón. Pieza fundamental en la anulación de la medular del cuadro local.

Partido muy trabajado, oscuro y muy lejos de la portería rival que cuando el marcador exige su presencia cerca de ella.

Es diferente con el balón, pero cuando no lo tiene desaparece. Jugador llamativo, pero la UD Logroñés necesita su verticalidad y capacidad para desbordar. Ahora bien, para eso debe recibir cerca del área.

Sigue poniendo balones de gol, como el que acabó con el remate de Paulino a la madera en el segundo periodo, pero por momentos da la sensación de que le faltan metros jugando en la medular. Acabó como lateral izquierdo.

Se movió por dentro ante la ausencia de Olaetxea. Tiene más fútbol que el vasco, pero menos capacidad defensiva. Participó en las acciones más importantes de su equipo, en movimiento o a balón parado. Necesita más físico.

Partido muy apagado el del tinerfeño. De los más flojos desde que llegó. Sigue trabajando defensivamente, pero este domingo no dispuso de ninguna situación de gol, aunque su picada a Álex fue soberbia.

Hacía mucho tiempo que no jugaba el polaco. Lo bueno que tiene el jugador es que mira a portería a la mínima oportunidad que tiene; lo malo del jugador, faltas innecesarias fruto de su juventud.

Diez minutos sobre el campo, pero sin acciones que mencionar.

El tiempo justo para asentarse como tercer central y defender los últimos ataques locales.

Tres minutos en los que se generó una buena oportunidad al borde del área, pero sin consecuencias.