La Unión Europea de la Salud coge forma como herramienta para evitar nuevas crisis sanitarias

Si bien el pasado mes de abril el Parlamento solicitó un presupuesto exclusivo como respaldo al sector sanitario durante la crisis, así como inversiones posteriores para fortalecer el sistema, es una resolución adoptada en julio la que ha establecido los principios para una futura estrategia de salud en la UE. La emergencia ha agilizado los plazos y la concienciación colectiva.

El pasado 11 de noviembre, y sobre esa base, la Comisión Europea presentó una propuesta para dar oficialidad a una Unión Europea de la Salud, tratando de evitar escenarios sanitarios tan críticos como el de este año 2020 y subsanar las debilidades descubiertas durante estos últimos meses. Todos los países que integran la UE deberían estar preparados para responder conjuntamente a crisis sanitarias, poder acceder con facilidad a suministros médicos innovadores y colaborar trasnacionalmente en la prevención, tratamiento y seguimiento de enfermedades.

La Covid-19 ha evidenciado necesidades urgentes, como la de un programa comunitario que avale la capacidad de los sistemas sanitarios europeos ante futuras amenazas. El reciente compromiso presupuestario a largo plazo ha triplicado la cantidad asignada inicialmente: 5.100 millones. «La salud es uno de los temas que más preocupa a los ciudadanos, según el Eurobarómetro. El derecho a la salud está recogido en la Carta de Derechos Fundamentales, en el artículo 35. Me alegra que la partida se haya triplicado», declara con satisfacción el eurodiputado riojano César Luena.

No obstante, Luena fija cinco desafíos sanitarios para los próximos años: «superar las desigualdades, mejorar la preparación frente a crisis, fortalecer la industria de la Unión innovando y apoyando la competencia de las empresas, abordar desafíos medioambientales relacionados con la salud y los productos farmacéuticos, e idear la transformación digital de los sistemas de salud».

Asimismo, el vicepresidente segundo de la Comisión de Medioambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria solicita «realizar pruebas de estrés en los sistemas sanitarios» con el fin de evaluar su capacidad para afrontar escenarios de alta presión y «un sistema o unidad de detección, control y vigilancia de procesos zoonóticos».

En mayo, la Comisión presentó un programa independiente, La UE por la Salud, enmarcado en el Plan de Recuperación (2021-2027), para afrontar en bloque amenazas transfronterizas graves para la salud y aumentar la resiliencia de los sistemas sanitarios. Desafíos a largo plazo, como el envejecimiento de la población o las desigualdades, también están contemplados.

La crisis sanitaria mundial ha puesto de relieve la dependencia de terceros países en el abastecimiento de medicamentos, productos sanitarios o equipos de protección individual. La apuesta de futuro es un sistema europeo de seguimiento, información y notificación que alerte en caso de escasez de medicamentos, equipos médicos, vacunas, herramientas de diagnóstico u otros productos sanitarios.

El Parlamento, que ha propuesto la creación de un Grupo Director para garantizar una aplicación eficaz de las propuestas, está listo para iniciar negociaciones con los Estados miembros, de modo que el programa pueda aplicarse desde principios de 2021.