«Hay que trabajar para atraer a más visitantes extranjeros»

Reconoció su sorpresa cuando consultó los datos del Instituto Nacional de Estadística. «Me fije, sobre todo, en agosto y diciembre, por ser dos periodos en los que trabajamos especialmente bien. En ese mes de verano de 2022, en comparación con el del 2019, hubo una pérdida de 789 viajeros y 2.551 pernoctaciones. Y para acabar el año también sufrimos un descenso de 862 visitantes y 2.791 noches», analizaba ayer el presidente de la Asociación de Casas Rurales de La Rioja.

José Joaquín Sanz lamenta que «las buenas sensaciones no se han traducido en hechos» a pesar de la mejoría con respecto a los dos años pandémicos. «Pero seguimos teniendo un hándicap importante, la gran dependencia del turismo nacional, que le sucede también a los hoteles», plantea.

Aunque en el caso de las casas rurales ha habido un crecimiento de la afluencia de viajeros internacionales –en términos porcentuales, del 8% al 16%–, «todavía tenemos que trabajar más para atraer a más visitantes». En 2022 volvieron los viajes internacionales «y esto nos ha podido ayudar algo, pero al mismo tiempo la gente de España también ha salido más. Y casi nueve de cada diez clientes nuestros son nacionales».

Sanz y su equipo de trabajo en Ascarioja manejan buenas expectativas para 2023 «con la aspiración de, por fin, volver a despegar y recuperar las cifras de los años buenos anteriores al covid». Para la Semana Santa y el principio del verano «ya empieza a haber bastantes reservas, que ahora tienen que concretarse». El sector de las casas rurales ha perdido una decena de negocios en estos tres años y ahora suma alrededor del centenar.