Socavones, agradecimientos y centros de estética, en el Teléfono del Lector de hoy

La primera llamada de la sección solicita mejoras en la Vía Verde del Iregua, concretamente, «en el tramo que sale de avenida de Madrid, sobre la Residencia San Agustín, hasta Alberite». «Somos muchos los que aprovechamos estos caminos tan agradables para salir de ruta en bici, pero su desgaste es notable. Hasta el punto de poder provocar caídas», describe.

Un asiduo de los centros deportivos municipales denuncia las consecuencias de la reducción de la oferta en verano. «La Ribera, el único gimnasio abierto ahora mismo, parece un torrente de gente. Todo el mundo quejándose, hasta había quienes se marchaban porque se les iban las ganas de entrar», reclama, convencido de que se puede hacer algo para «mantener al menos dos de los tres gimnasios municipales y seguir respetando las vacaciones». Asegura que las listas de espera para usar las máquinas son «de un cuarto de hora mínimo». Una situación que también afecta a los monitores. «El pobre hombre no daba pie con bolo, la que le había caído encima», revela.

Una donostiarra con un apartamento en Alesanco se pregunta «¿Qué pasa con las piscinas?» ante un cambio inusual en los horarios:«Siempre se han abierto a las once y se cerraban a las nueve, ahora se abren a las nueve y se cierran a las ocho». A esta decepción añade la de las fiestas. «Tal barbaridad de gente ha sido agobiante, no es normal. La circulación dentro del pueblo se dejó sin cortar, podría haber ocurrido cualquier accidente», critica.

La siguiente llamada quiere agradecer el trato excelente y la amabilidad de la nueva celadora del centro de salud Labradores. «Cómo te ayuda, te cuida, te sientes cómodo cuando entras al centro de salud, y colabora en todo lo que puede», destaca, entusiasmada con la incorporación de la trabajadora.

Una vecina de Albelda recurre al Teléfono para «dejar constancia de los problemas de suministro de agua en el término municipal de Albelda». Explica que «desde junio no llega el agua hasta las once de la mañana y se corta a partir de las ocho de la tarde». Un grupo de vecinos ya ha mandado una queja escrita al Ayuntamiento de la localidad, sin obtener respuesta. «Ni siquiera sabemos la causa de este problema», dice, exigiendo una explicación, sobre todo, cuando «este año los pantanos están bastante repletos».

La sección finaliza con la sugerencia de una clienta de centros de estética:«Es necesario que exijan titulación para poder trabajar en este tipo de negocios». Le preocupa que los empleados no hayan recibido ninguna formación. «En muchas ocasiones es un desastre, no sé si existe un sindicato, pero se tiene que pedir algo, muchas coincidimos en que esto es un problema», concluye.

«Logroño empeora rápidamente: ruido, acumulación de basuras en contenedores saturados, olor a orines de perro... ¿Acaso están ciegos?», critica un lector que nos envía esta imagen de un balcón de una vivienda de la calle Ateneo Riojano. «El Ayuntamiento debe velar por la limpieza y decoro de esta ciudad. No se puede hacer lo que cada uno quiera», afirma.

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