Salwa Zidan | 8 de julio de 2023

La sonrisa permanente que enmascaraba el horror

Esa dulzura aparente escondía un infierno personal que solo los muy cercanos a su corazón pero muy lejanos en kilómetros, como su madre residente en Alemania, conocían. Los malos tratos se repetían en casa hasta que el 8 de julio de 2023 su marido cercenaba con un cuchillo la vida de esta refugiada siria.

Desde los campos de acogida del Líbano habían llegado a Logroño en junio de 2016 dentro de un pequeño grupo de asilados que huían de la guerra en su país y de las amenazas que habían sufrido. Su integración (ella, psicóloga; él, ingeniero y profesor universitario) fue rápida. Él encontró trabajo cualificado y ella se encargaba de la crianza.

Pero la violencia ya vivía escondida puertas adentro desde 2013, según denunciaba la familia de la víctima. Años de doble vida, que estallaron esa mañana de verano y que Salwa escondía bajo su mejor sonrisa por miedo a que le pudieran quitar la custodia de los niños.

En la jornada que Salwa tenía que jurar la nacionalidad española, S. A. la atacó con un cuchillo hasta causarle la muerte. Sus hijos, ajenos al drama que se vivía en el domicilio familiar de la plaza Martínez Flamarique de Logroño, leían en la biblioteca municipal. El padre, tras cambiarse la ropa manchada de sangre, les fue a buscar para llevarles al entorno del río Ebro a cuyas aguas pretendía arrojarles con intenciones homicidas, ya que ninguno sabía nadar. Allí, junto al cuarto puente, fue detenido después de que uno de sus hijos escapase para contar a un transeúnte lo que estaba ocurriendo. Los agentes llegaron a tiempo para evitar que se consumase una nueva tragedia.

El hombre fue detenido y reconoció el crimen, mientras que los tres hijos pasaban a ser tutelados por Servicios Sociales. La familia de Salwa acudió a Logroño para hacerse cargo de unos niños modélicos en la escuela y que destacaban por su capacidad de esfuerzo, inteligencia y amabilidad. El trámite fue lento y se demoró durante más de un año hasta que en julio de este año los tres pequeños se trasladaron a vivir con su familia materna (abuelos, tíos y primos) a Alemania.

Ahora la familia espera la sentencia más dura posible contra S. A., en un caso cuya instrucción aún no se ha cerrado y en el que la defensa tratará de demostrar problemas mentales de este. El 2025 será el año de un juicio que el acusado espera internado en la cárcel de Logroño.

Mientras, sus tres hijos, bajo la tutela de su familia materna, han empezado el curso con normalidad aunque con la complejidad que supone recalar en un sistema educativo diferente, sin más entorno que la propia familia, y en un idioma que no controlan. Por eso y para poder mantener un vínculo con La Rioja, desde la Asociación Clara Campoamor se ha solicitado a Servicios Sociales que los tres puedan ser acogidas durante los veranos por una familia riojana, lo que les permitiría no olvidar el idioma en el que se criaron y también poder reencontrarse con los numerosos amigos que hicieron en el colegio Madre de Dios. Aunque el foco está puesto ahora en un juicio muy duro para el entorno de Salwa y durante el que se desvelará el infierno vivido por esta mujer siria que logró sobrevivir a la guerra de su país para morir en manos del hombre que juró amarla siempre.