Imagen de archivo de un agujero del tejado en una de las naves de la antigua fábrica por la que cayó el menor L. R.

Rechazan indemnizar al menor que se cayó de una nave en Calahorra a la que escaló para hacerse un selfie

El Consejo Consultivo de La Rioja entiende que el accidente «por descontado lamentable», fue el producto de la «imprudencia del propio reclamante», quien solicitaba cerca de medio millón de euros en concepto de responsabilidad patrimonial

Carmen Nevot

Logroño

Miércoles, 30 de julio 2025, 07:51

La «supuesta inactividad» del Ayuntamiento de Calahorra ni fue la causante ni contribuyó a que el 28 de abril de 2017 un niño de 13 años ... sufriera diversas lesiones de gravedad tras precipitarse desde el tejado de uralita de una nave abandonada para hacerse un selfie. El Consejo Consultivo de La Rioja concluye que el accidente, «por supuesto lamentable», fue el producto de la imprudencia del propio chaval que decidió acceder a un inmueble con edificaciones en «obvia situación de abandono», ascender hasta la cubierta de una de ellas y caminar sobre ella «poniendo en riesgo su vida» con el objetivo de «hacerse una fotografía, según afirmaron los menores que le acompañaban ese día». Imprudencia, por cierto, añade el dictamen, «en la que no incurrieron ninguno de sus compañeros de igual edad».

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El órgano de asesoramiento rechaza las pretensiones de la familia del menor que responsabilizaba al Ayuntamiento calagurritano del siniestro por haber paralizado entonces el derribo de la antigua fábrica Envases Moreno (demolida en mayo de 2023) y por no haber actuado con la «diligencia y celeridad» ante la «desatención» de los propietarios, a quienes había requerido sin éxito en varias ocasiones que cerraran los accesos al edificio. Por todo ello, la familia del pequeño consideraba que la caída se produjo como consecuencia de la «inactividad» municipal y por eso reclamaba una indemnización de 461.035,85 euros.

El Consejo niega la reclamación del chico, en primer lugar, porque entiende que la formuló una vez prescrita, pero en caso de que no fuera así, considera que no existe causalidad entre los daños y el funcionamiento de los servicios municipales porque no accedió a la antigua fábrica a través de un hueco existente en el vallado como afirmaba, sino desde el aparcamiento público, «como así lo reconocieron ante la Guardia Civil los menores que le acompañaban», lo que supone que tuvo que descender por el talud que los separaba y, tras ello, encaramarse hasta la parte superior de la pared portante de la cubierta, «pasando a continuación a caminar por aquella cubierta abovedada hasta que se produjo la fractura que motivó su caída».

Más allá de la reclamación de responsabilidad patrimonial, el suceso causó gran conmoción entre los vecinos de Calahorra. Sobre las 20.45 horas del 28 de abril de 2017, el menor subió a la cubierta de una de las naves abandonadas en la calle Doctor Chavarría y cuando caminaba por una de estas cubiertas compuesta por placas de fibrocemento con amianto (uralita) ésta se fracturó y cayó al suelo de la fábrica desde una altura de unos 12 o 13 metros. El chico fue trasladado a la Fundación Hospital de Calahorra donde, además de detectarle múltiples fracturas y contusiones, tuvieron que extirparle el bazo.

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De Calahorra fue trasladado después al hospital Miguel Servet, en Zaragoza, donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de una rodilla. A partir de ahí, hubo una serie de nuevos ingresos y pruebas diagnósticas, incluso en el Vall d'Hebrón y en el Sant Joan de Déu, en Barcelona, hasta la estabilización de las lesiones y la consolidación de las secuelas derivadas de la caída que, según el accidentado, se produjo el 8 de noviembre de 2023, seis años después del accidente.

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