Radar de control de velocidad a la altura de Toyo Ito. Sonia Tercero.

Los radares fijos y móviles denuncian a 84 conductores al día en las carreteras riojanas

Tráfico ultima la puesta en marcha de un nuevo cinemómetro en la N-232 para tratar de frenar el repunte de la siniestralidad

Carmen Nevot

Logroño

Jueves, 9 de enero 2025, 07:05

Hace ahora un año, La Rioja anunciaba la futura instalación de más radares fijos que se instalarían en la N-111 y en la N- ... 232. El objetivo era intensificar la vigilancia, reforzar la señalización y mejorar las carreteras. Actuaciones que tenían un sólo fin: aumentar la seguridad vial y evitar accidentes de tráfico. Así lo avanzó entonces la jefa provincial de Tráfico, Beatriz Zúñiga, y la instalación de estos nuevos cinemómetros se justificaba por la siniestralidad registrada en 2023, año en el que once personas perdieron la vida en las carreteras. Además, la mayoría de lo siniestros mortales se habían producido en las dos vías en cuestión.

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Transcurrido un año de aquel anuncio, se ultima la puesta en servicio del primero de los cinemómetros comprometidos entonces. Su instalación, según explica ahora Zúñiga, se ha retrasado en el tiempo porque «no es llegar y colocar la cabina». Es necesaria la autorización del titular de la vía y en algunos casos, como en este, una obra mayor de la que se preveía en un principio. En cualquier caso, es cuestión de semanas que se ponga en marcha el nuevo cinemómetro del que prefiere no avanzar datos, salvo que estará ubicado en la N-232 y con el que se persigue reducir el incremento de accidentes por exceso de velocidad detectado en los últimos años.

No es una cuestión baladí porque, de acuerdo con los datos que acaba de hacer públicos la Dirección General de Tráfico (DGT), el exceso de velocidad fue la causa del grueso de las sanciones interpuestas en las carreteras riojanas por todos los conceptos en 2023, el último año analizado.

En concreto, el 60% de las 51.970 sanciones notificadas en todo el año fueron por este motivo. Los conductores fueron 'cazados' sin levantar el pie del acelerador por alguno de los 41 radares tanto fijos como móviles que jalonan la comunidad de norte a sur y de este a oeste hasta en 30.581 ocasiones, o dicho de otro modo, los cinemómetros de la DGT pillaron a 84 vehículos al día en 2023 por superar la velocidad permitida en el tramo en el que circulaban.

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«Queremos concienciar a los conductores de la existencia de los radares, que no tienen un fin recaudatorio, sino disuasorio»

Beatriz Zúñiga

Jefa provincial de Tráfico

En la comparativa con el año anterior, siempre según los mismos datos, lo cierto es que el número de denuncias por pisar de más el acelerador se redujo en 2023 un 23% con respecto a lo captado por los radares doce meses antes. Ahora bien, 2022 cerró con un repunte notable debido a que los años previos de la pandemia, 2020 y 2021, las restricciones a la movilidad tuvieron su efecto lógico en la caída de las multas por este concepto. 2018 fue el peor año, a lo largo de doce meses los dispositivos tanto fijos como móviles interpusieron 60.842 sanciones, algo más de 166 al día, es decir, el doble que en 2023.

Las denuncias por exceso de velocidad tanto en La Rioja como en el resto del país son las más habituales y junto a las distracciones por el uso del móvil y el consumo de alcohol y drogas son las que están más asociadas a la siniestralidad. La diferencia es que mientras hay dispositivos para detectar la velocidad a la que circulan los vehículos, «no existe un aparato automatizado, como los radares, que detecte que alguien va conduciendo con el móvil, lo mismo ocurre con el alcohol y las drogas, hace falta que esté un agente para que lo mida», explica Zúniga.

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No obstante, una de las cuestiones que más preocupa en la actualidad es la relación directa que hay entre el aumento de siniestralidad y el de las denuncias por conducir demasiado rápido. De ahí que uno de los objetivos es concienciar a los conductores de la existencia de los radares, «que no tienen un fin recaudatorio –recalca la jefa provincial de Tráfico– sino disuasorio» porque están instalados en zonas en las que el exceso de velocidad comporta un riesgo evidente de accidente y, además, su existencia está señalizada con tiempo y metros suficientes para recordar la necesidad de ceñirse a los límites legales establecidos en el código de circulación.

Cuantitativamente, detrás de las denuncias interpuestas por los radares, aunque a mucha distancia, le siguen las sanciones por circular con un vehículo que no ha pasado la ITV. En 2023 este fue el motivo de 4.802 multas. Circular sin el cinturón puesto también es una de las razones principales de las denuncias. De hecho, hasta 1.134 personas fueron sancionadas por esto, y 543 por llevar los neumáticos en mal estado.

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