Plena Inclusión cree que hay «miedo» a contratar a personas con discapacidad intelectual

La directora de Plena Inclusión La Rioja, Silvia Andrés, ha asegurado este viernes que el alto nivel de paro, que alcanza el 80 por ciento, entre las personas con discapacidad intelectual se debe al «desconocimiento» y al «miedo» de las empresas.

Este ha sido uno de los temas que se han tratado en una jornada en la que representantes de empresas y entidades debatirán sobre los beneficios y dificultades de contratar a personas con discapacidad intelectual, que la Federación de Empresas de La Rioja (FER) y Plena Inclusión La Rioja han organizado.

Parra, junto a director general de Grafometal, Daniel Marín; y Irene de Luis, de Comunicación de Japoauto, ha explicado, en declaraciones a los periodistas, que esta iniciativa sirve para abordar temas como las ventajas fiscales de la contratación y aspectos como los prejuicios, miedo y dudas; el desconocimiento sobre la realidad de la discapacidad intelectual y sus capacidades; y las pautas de mejora del rendimientos.

La directora de Plena Inclusión ha incidido en que las personas con discapacidad intelectual tienen «talentos para ciertos trabajos» y que, junto al apoyo de la entidad, «es posible que puedan cumplir con su tarea, como cualquier otra, en una empresa ordinaria».

Ha precisado que, entre los beneficios fiscales de contratar por tiempo indefinido a personas con discapacidad intelectual, está la bonificación de las cuotas de la Seguridad Social de 4.500 euros si se trata de hombres y en 5.350 euros si son mujeres menores de 45 años y de 5.700, en ambos casos, si superan esas edad.

Por los contratos temporales, ha continuado, existe una bonificación, para los trabajadores con una discapacidad intelectual entre el 33 % y el 65 %, de 3.500 euros si son hombres y de 4.150 si son mujeres, ambos menores de 45 años.

Y, en el caso de que superen los 45 años, la bonificación se fija en 4.100 euros en el caso de los hombres y en 4.700 en el de las mujeres; y si su discapacidad intelectual es mayor del 65 %, es de 4.100 y 4.700 euros, respectivamente, si son menores de 45; y si superan esta edad, de 4.700 y 5.300 euros.

Por su parte, Marín ha indicado que Grafometal tiene en plantilla a tres personas con discapacidad intelectual que realizan labores específicas, que encajan muy bien con lo que ellas pueden ofrecer.

«Son labores que, quizá, a otras personas les pueden parecer más monótonas o repetitivas y, que, a este colectivo, le resultan gratificantes y son capaces de mantener la atención y la concentración durante la jornada laboral», ha asegurado.

Esos tres trabajadores, ha dicho, siempre acuden «contentas» a la empresa y «generan muy buen ambiente», por lo que son «muy queridos por sus compañeros; son como un golpe de aire fresco que tienes todos los días cuando entras en la fábrica».

A lo que De Luis ha añadido que Japoauto ha contratado a una persona con discapacidad intelectual, que empezará a trabajar en estos días, con el objetivo de implementar el número de este colectivo en su plantilla porque son «personas completamente motivadas».